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Los niños Biel y Jordi han sido protagonistas en las últimas horas al haber ejercido de arqueólogos accidentales. Ambos, como muchos pequeños de su edad, jugaban a sus anchas como se dice en bon mallorquí trescant per fora vila, cuando realizaron un hallazgo valioso y sorprendente.

Entre la tierra descubrieron un pequeño objeto. Sin saber muy bien qué era se lo enseñaron a sus padres y estos, con gran tino, decidieron a su vez trasladarlo a personas expertas en la materia. Lo que encontraron Biel y Jordi, por casualidad, jugando en el campo resultó ser una moneda de alrededor de 700 años de antigüedad.

Así lo ha corroborado el Museu d'Història de Manacor, adonde los padres de los niños llevaron la moneda tras ser localizada. Allí una numismática, especialista en monedas antiguas, la limpió bien y la analizó, llegando a la conclusión de que esa pieza medieval fue acuñada en el siglo XIV, en tiempos del rey Jaume II, segundo hijo de Jaume I el Conqueridor y de Violant d'Hongria que reinó entre 1276 y 1311 con los títulos de rey de Mallorca, conde del Rosselló y la Cerdaña y señor de Montpeller.

Una vez referenciada y catalogada, la moneda medieval encontrada por los dos niños de forma fortuita quedará en el fondo del museo de la capital del Llevant. La entidad ha compartido en las redes sociales esta bonita historia, y ha agradecido a la familia mallorquina tanto su curiosidad como el hecho de «pensar en el Museu como un buen lugar para custodiarla».