Antoni Gomila, Miquel Oliver y Antoni Amorós presentaron ayer los actos testimoniales de Sant Antoni. | Assumpta Bassa

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El dimoni del virus ha impedido que este año se celebren los tradicionales actos de Sant Antoni. Por primera vez desde 1854 Manacor no vivirá las fiestas tradicionales en la calle. Los objetos santantoniers quedan custodiados en el armario, tal y como se puede ver en el cartel de este año, a la espera que en 2022 puedan hacer vibrar de nuevo a los manacorins. Así lo explicó ayer el presidente del Patronat de Sant Antoni, Antoni Gomila, que junto con el alcalde, Miquel Oliver, y el rector de la Parròquia dels Dolors, Antoni Amorós, pusieron sobre la mesa el particular programa de este año y las medidas que se tomarán para evitar aglomeraciones.

«Todos los actos se han suspendido, serán actos de recuerdo para unas fiestas muy sentidas. Este año nos toca portarnos bien», manifestó Oliver.

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Gomila dijo que «desde el Patronat lamentamos no poder hacer los actos de la calle», y es que la pandemia es la que manda. La situación sanitaria actual no permite la celebración de las fiestas populares. Añadió que «habrá cohetes para recordar momentos puntuales, como el primer ball del día 12 de enero, la salida de los dimonis de cas Baciner el día 16 a las 14:15, o el encendido del primer fogueró el mismo día a las 20 horas. También habrá el repique de campanas a las 14:30 horas como símbolo de la fiesta». Se Instalarán grandes fotografías de años anteriores con las escenas de las beneïdes, el encendido de foguerons, etc en los lugares emblemáticos.

Liturgia

Por su parte, el rector explicó que «en una fiesta como Sant Antoni el hilo conductor eran los actos litúrgicos. Las completas serán a puerta cerradas y despojadas del calor del pueblo. Solo estarán presentes los sacerdotes, el coro y la banda de música. Serán retransmitidas en directo». Amorós destacó que «este año más que nunca tendrá el sentido de encomendarnos al santo para que nos ayude a superar esta pandemia». El perímetro de la plaça del Palau se cerrará para evitar el acceso y habrá policía vigilando que se cumplan la normativa. Los foguerons en vía pública están prohibidos.