Gori Reixac, Pere Terrassa, Maria Massanet y Rogelio Olmedo en la casa.

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La pandemia ha tocado de cerca al mundo de la cultura. A causa de las restricciones impuestas por las autoridades sanitarias las exposiciones o los actos de presentación han sido muy limitados. Sin embargo Capdepera ha sabido reinventarse para abrir su arte a todo el mundo. El centro Melis Cursach, en el centro de la ciudad, se ha transformado y ha sacado a la calle diferentes propuestas.

El regidor de Cultura, Pere Terrassa, explicó a este periódico que «se han aprovechado estos meses de restricciones de aforo y actividades para cambiar el funcionamiento del centro. Así se ha podido abrir la casa al público con visitas individualizadas. A través de un código QR se accede a la información de las diferentes estancias de la casa».

El centro ofrece habitualmente diversas exposiciones al año. El edil de Cultura relató que «pensamos como podíamos hacer llegar las propuestas a todo el mundo. Así se ha instalado un sistema de proyección que permite retransmitir in streaming las exposiciones, visualizarlas en la red y también en una de las fachadas de la casa». Asimismo se está trabajando en el acondicionamiento de otras zonas que, en breve, se presentarán.

Las fiestas de invierno de Capdepera, la Esperanza, coinciden con la celebración pagana del solsticio y para cerrar el año, el centro acoge siempre la Celebració de la llum. Cada año se invita a un artista que hace una intervención. Rogelio Olmedo ha hecho en esta edición la propuesta.