El agua de lluvia del viernes quedó encharcada en la calle.

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Lo que tenían que ser unas sencillas obras se han convertido en una pesadilla para los vecinos de las calles Palma y Bernat Vidal i Tomàs de Santanyí. El Consell de Mallorca ejecutó, la semana pasada, la construcción de varios badenes para limitar la velocidad de los vehículos y los operarios taponaron los imbornales con el asfalto por lo que el agua de lluvia del viernes no se pudo evacuar y causó inundaciones en varias casas.

Una patrulla de la Policía Local se personó en la zona alertada por las llamadas de los vecinos que veían cómo entraba el agua en sus casas sin poder hacer nada. Los agentes comprobaron que los imbornales estaban taponados por lo que el agua no se podía evacuar y quedó encharcada en la vía. Algunos afectados estuvieron horas achicando agua de sus hogares o negocios.

Desde el Ajuntament de Santanyí se pusieron en contacto con el departamento de Carreteres del Consell de Mallorca para advertir del fallo en las obras que, previsiblemente, se reparará hoy por parte de la empresa adjudicataria de las actuaciones.

Aunque se trata de dos calles que transcurren por el casco urbano del pueblo, la competencia en el mantenimiento de estas dos vías es del departamento de Carreteres de la institución insular y, por esta razón, el Consell procedió a la construcción de varios badenes para reducir la velocidad de los vehículos que circulan por ellas. Los problemas llegaron con las lluvias del viernes por la tarde que provocaron que el agua quedara encharcada en la calle. El problema se agravó con el paso de los coches que producían en efecto ola y el agua volvía a entrar en las casas y comercios. En un restaurante el agua entró hasta la cocina que está en la parte de atrás del establecimiento. El Consell se comprometió ayer con el Ajuntament en arreglar la situación y destapar los imbornales este martes.