Miembros de la plataforma, el GOB y de la formación municipal de Podemos, frente al Ajuntament d’Inca. | Redacción

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La plataforma ‘No a la variant nord d’Inca’ y el GOB presentaron este miércoles en el ayuntamiento de Inca un total de 750 alegaciones contra el proyecto actual de la ronda, que prevé unir la carretera de Selva con la carretera de Alcúdia.

Este miércoles terminó el plazo de exposición pública del estudio informativo de la variante, después de que el Consell anunciara en agosto una ampliación del periodo de alegaciones. La documentación pasará ahora por la Comissió balear de Medi Ambient.

El presidente de la plataforma ‘No a la variant nord d’Inca’, Antoni Cabrer, explicó que «las alegaciones contienen hasta 29 motivos por los que consideramos que las intenciones actuales son una barbaridad». Cabrer subrayó el hecho de que «no se trata una solución efectiva, sino de una carretera más en la que se podrá circular a 80 kilómetros por hora y que, además de impedir el futuro crecimiento de la ciudad, afectará al paisaje rural».

La portavoz del GOB, Margalida Ramis, consideró que «se trata más de un proyecto político, impulsado por el actual ayuntamiento, que una propuesta eficiente». Ramis cree más razonable que «el Ajuntament lo tramitara como una vía urbana, ya prevista en el PGOU, pero ha pasado la responsabilidad al Consell y que entre en el Pla sectorial de Carreteres, ya obsoleto».

El alcalde de Inca, Virgilio Moreno, recordó «el convenio firmado entre Ajuntament y Consell en materia viaria por valor de 8 millones». En cuanto al tránsito de la carretera de Selva reseñó un estudio en esta vía, «por la que en quince días se han registrado más de 90.000 vehículos».