Restauradores y comerciantes se quejan de las medidas impuestas por Salut. | F.Marí / J.Socies

TW
46

Desde hace doce días, la ciudad de Manacor está confinada perimetralmente y las protestas por la decisión de Salut no cesan. Este lunes comerciantes y restauradores se unieron para expresar su malestar y denunciar la grave crisis económica que les ha provocado este cierre obligado. Unas 200 personas se concentraron en la plaza de sa Bassa en una protesta sin pancartas ni gritos, solo aplausos para dejar patente la unidad ciudadana ante una crisis económica sin precedentes.

Faltaban pocos minutos para las ocho de la tarde cuando los concentrados levantaron las linternas de sus móviles al cielo bajo el hashtag #cadadiaessantantoni, los convocantes quisieron reivindicar así el espíritu de fer poble que se vive en Sant Antoni y mostrarse ahora todos unidos ante la decisión de Salut que consideran poco acertada.

Desde un primer momento el sector de la restauración se mostró contrario a las medidas adoptadas por Salut que prohibe la actividad en los interiores de bares y restaurantes.

Noticias relacionadas

Estos solo pueden servir en las terrazas que deben estar como máximo al 50 % de su capacidad. «Hay muchos establecimientos que han tenido que cerrar ya que no tienen terraza o cuentan con muy pocas mesas, calculamos que un 30 o 40 % de ellos, lo que es completamente inviable», explica Tom Riera del bar Karma y uno de los impulsores de la protesta. Riera explica que unos 97 establecimientos secundan la protesta. «Todos debemos estar unidos y reivindicar que se tomen otras medidas para luchar contra la pandemia, pero que no destruyan la economía como está sucediendo ahora, hay que invertir en la sanidad está claro, pero también ayudar a los diferentes sectores», explica.

A las reivindicaciones de los restauradores también se han unido los comerciantes que aseguran que en estos doce días de confinamiento las cajas en las tiendas son mínimas, mientras deben continuar pagando los alquileres de los locales, impuestos y salarios de los trabajadores, muchos de los cuales han tenido que volver al ERTE.

Los organizadores de la protesta reclaman al Govern que no haya un nuevo confinamiento y que se adopten medidas que serias compatibles con su actividad, además de la necesidad de invertir en sanidad. «Se ha estigmatizado a Manacor», recalcan.

Las mismas palabras que utilizó el sábado el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, a Ultima Hora al solicitar al Govern replantear el confinamiento perimetral de la ciudad. Oliver criticó también que no se hayan adoptado suficientes medidas para garantizar el cierre de la ciudad. Precisamente, Oliver junto a otros miembros del equipo de gobierno municipal interrumpieron el pleno que estaban celebrando para acudir a la concentración.