Imagen de Richard, leyendo el periódico en su pueblo. | Redacción Digital

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Richard Nightingale Goss es el nombre de un tipo tan peculiar como querido en muchos rincones de Mallorca. Recientemente la parroquia de Porreres ha mostrado su sincero agradecimiento público por los años de voluntariado que este octogenario ha desempeñado, y que ahora ha aparcado por motivos de salud, así como la implicación a todos los niveles con la gente del pueblo.

En Porreres Richard es un hombre muy conocido y muchos son los vecinos que en un momento u otro han recibido de él algún tipo de ayuda. Tal y como se recoge en la publicación parroquial, Richard «siempre ha sido muy solidario con las parroquias donde ha vivido».

Este profesor jubilado, que llegó a Mallorca hace veinte años casi por casualidad, ayudaba a mostrar la iglesia parroquial a cualquiera que lo pidiera. También se encargaba del órgano en las celebraciones religiosas, y la historia de su vida es apasionante. Nacido en los años treinta del pasado siglo en los Estados Unidos, pasó la mayor parte de su infancia en Escocia, y allí se fraguó su personalidad recia y diligente.

Estudió en la Universidad de Saint Andrews, donde obtuvo titulaciones en Lengua y Literatura Inglesas, Historia, y posteriormente se granjeó un doctorado en Etnomusicología.

De hecho la música siempre ha sido una de sus grandes aficiones, así como todo lo relativo a la cultura popular de Mallorca, y por ello no era extraño encontrárselo hasta hace relativamente poco en las ballades de cualquier punto de la Isla, haciendo sonar sus castanyetes e incluso atreviéndose con el ball de bot, algo que lo ha hecho muy conocido entre determinados sectores de la sociedad mallorquina.

Todas las personas que han tenido ocasión de conocerlo coincidirán en su grato recuerdo e impresión, y se unirán al pueblo de Porreres al decirle: ¡Muchas gracias, Richard!