El grupo recogió unos 100 kg de residuos en una sola mañana en las orillas de la carretera.

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Eran pocos, pero decididos y valientes. Este domingo, unos treinta miembros y simpatizantes del pequeño partido local Endavant Lloret, encabezado por el alcalde, Antoni Bennàsar, pasaron la soleada y apacible mañana dominical en sa Comuna. Y no fue para disfrutar de una torrada o de un paseo en este frondoso espacio natural del municipio, sino para recoger lo que otros van dejando a su paso. Eso sí, lo hicieron con guantes, mascarillas y grupos reducidos.

Entre las 9 y las 13 horas, armados con guantes y enormes bolsas de basura, los participantes en esta jornada de limpieza recogieron unos 100 kilos de residuos de todo tipo. Los más abundantes, latas de bebida, bricks de vino y cajetillas de tabaco, lo que da una idea bastante aproximada del uso que hacen los incívicos de esta zona alejada del núcleo urbano. Pero también recogieron objetos insólitos, como pañales e incluso un edredón.

La iniciativa de esta pequeña agrupación de lloritans surge como reacción a la gran cantidad de residuos que se abandonan continuamente en sa Comuna, especialmente en el perímetro junto a la carretera. Este año, debido a la pandemia de COVID-19, el Ajuntament se ha visto obligado a suspender la tradicional Diada de la Natura, en la que cada año participa buena parte del pueblo, con limpieza incluida, tiempo para el ocio y para disfrutar de una zona verde muy visitada por gente de otros municipios.

Testimonio

«Sa Comuna es un espacio muy querido por los vecinos de Lloret, nos duele ver cómo se acumulan las basuras o se hace mal uso de este espacio natural», señala Bennàsar.
Recientemente, el Ajuntament tuvo que cerrar los caminos con piedras para evitar que se accediera con coche para abandonar residuos dentro del bosque.