La imagen corresponde a la zona de ses Salinetes, dentro del área protegida de s’Albufera. En ella se pueden apreciar vertidos puntuales de aguas residuales procedentes de la bomba impulsora que va de Can Picafort a la depuradora de Platja de Muro. | Redacción Part Forana

TW
7

El conflicto entre administraciones por la depuración de las aguas de las Platges de Muro y de Can Picafort va camino de dirimirse en los tribunales y prolongar la agonía de la obsoleta depuradora de Son Bosc (situada en Platges de Muro, junto al Parc Natural de s’Albufera).

El Ajuntament de Muro acusa a la Conselleria de Medi Ambient de «desentenderse de sus responsabilidades en relación a la depuradora de Platges de Muro y a la construcción de la nueva depuradora de Can Picafort, a la que ahora renuncia sin más» y está dispuesto a llevar al departamento dirigido por el conseller Miquel Mir ante los tribunales.

Posturas contrapuestas

En una reunión mantenida recientemente entre los alcaldes de Muro, Antoni Serra, y de Santa Margalida, Joan Monjo, con el director gerente de la Agència Balear de l’Aigua i la Qualitat Ambiental (Abaqua), Guillem Rosselló, este organismo vinculado a la Conselleria de Medi Ambient manifestó su intención de abandonar la gestión de la depuradora de la Platja de Muro a partir de ayer, 2 de octubre, y dar por extinguido el convenio a tres bandas firmado en 1989, invitando a ambos ayuntamientos a gestionar sus aguas residuales de modo mancomunado. Muro se opone a esta solución y al cambio de criterio de Medi Ambient, que atribuye a «la oposición frontal que mantiene el Ajuntament de Santa Margalida a la construcción de la EDAR de Can Picafort tal y como está proyectada, con financiación y declaración de interés general por parte de la Administración estatal desde 2010».

En un último intento de llegar a una solución de consenso, el Ajuntament de Muro ha remitido a Medi Ambient un escrito en el que recuerda que en los años 2001 y 2005 las tres partes suscribieron nuevos convenios ante la manifiesta incapacidad de la planta de Son Bosc para absorber todo el caudal de aguas residuales que generan las dos zonas turísticas que han experimentado un gran crecimiento. «La situación de la EDAR de Son Bosc no ha hecho más que agravarse año tras año, con las responsabilidades medioambientales que esto implica en un territorio tan protegido como es la bahía de Alcúdia y el Parc Natural de s’Albufera de Mallorca», recuerda el consistorio murer en su misiva. Muro señala que la propia normativa del Parc Natural, el PORN que se aprobará en breve, insta a desmantelar la estación de bombeo existente en ses Salinetes, dentro de los límites del parque natural. «Esta estación es la que impulsa las aguas de Can Picafort y es la que ha sufrido continuos vertidos de aguas residuales dentro del Parc; es lamentable que ante una situación tan grave, el Govern de la espalda a las administraciones locales, que no tenemos capacidad de gestionar una infraestructura tan compleja como esta depuradora», señalan.

Abaqua declinó este viernes ofrecer su versión a Ultima Hora, hasta estudiar con profundidad el contenido de la carta remitida por el Ajuntament de Muro.

Decepción ante el cambio de postura de Medi Ambient

El alcalde de Muro, Antoni Serra, se muestra «sorprendido, decepcionado y muy preocupado ante la actuación irresponsable y contradictoria de la Conselleria de Medi Ambient, la máxima autoridad de Balears en la protección de los espacios naturales protegidos, así como por la dejadez en encontrar una solución a este grave problema ambiental». Serra lamenta que Muro «siempre ha trabajado conjuntamente con Abaqua en el arduo camino para cumplir los convenios firmados en 2001 y 2005 y construir una nueva EDAR en Can Picafort, mientras que Santa Margalida no ha dado ni un solo paso» y recuerda que la directora general de Recursos Hídrics, Joana Garau, «se comprometió firmemente y resulta que el Govern de Balears, después de una ardua tarea de 20 años, se desentiende de dar el impulso final a este proyecto». Recursos Hídrics ha apostado durante años por la futura EDAR de Can Picafort pese a la dura oposición del alcalde de La Vila, Joan Monjo, quien finalmente ha logrado que el Govern se retire.