La vieja central diseñada por Vázquez Molezun debía reconvertirse en el Museo de las Artes y las Ciencias. | Redacción Part Forana

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La vieja central térmica de Aucanada en Alcúdia, catalogada por el Ajuntament y en un grave proceso de degradación, podría pasar en breve a manos de la Autoritat Portuària de las Illes Balears.

El PSOE introdujo con el apoyo del PI una enmienda a la Llei de mesures urgents i extraordinàries per a l’impuls de l’activitat econòmica que se aprobó ayer en el Parlament para que los terrenos y la antigua central de Alcanada se incorporen a la nueva Delimitación de Espacios y Usos Portuarios del Port d’Alcúdia con los usos que determine el Pla Especial del Port d’Alcúdia, que podrán ser de cualquier tipo salvo hotelero.

Se deberán preservar asimismo los valores patrimoniales, ambientales y paisajísticos del lugar y realizar las intervenciones que permitan una mejor conexión entre el Port d’Alcúdia y Alcanada, facilitando el acceso al mar por la torre Major.

La idea es que la Autoritat Portuària se haga cargo de la descontaminación y acondicionamiento del conjunto industrial que el Pla Territorial de Mallorca preveía reconvertir en el Museo de las Artes y las Ciencias de Mallorca, un proyecto que Territori ya ha descartado, primero por razones económicas y más recientemente por cuestiones de seguridad, ya que una directiva europea limita los usos públicos en la central por su proximidad a la factoría de Butano.

Mercedes Garrido, secretaria de Medi Ambient y Territori del PSIB, ha sido la encargada de defender esta enmienda a petición del Ajuntament d’Alcúdia, pese a las reticencias de Més y Podem.

Cabe recordar que Endesa (actual propietaria) lleva años advirtiendo al Ajuntament del «riesgo para la seguridad» en la zona por la presencia de materiales contaminantes.

Transcurrida una década sin que el Ajuntament y el Consell cumplieran con su compromiso de transformar el edificio en museo, Endesa solicitó en 2016 licencia para demoler el conjunto industrial que fue diseñado por Ramón Vázquez Molezún (medalla de oro de Arquitectura en 1992).

El Ajuntament denegó la licencia al estar protegido en su catálogo municipal pero pidió la intervención del Consell por si fuera necesario un mayor nivel de protección. Desde entonces espera que Patrimoni decida si la vieja central debe ser declarada Bien de Interés Cultural.

En mayo de 2018, ante la inactividad del Ajuntament y el Consell, la eléctrica presentó un escrito en el Ajuntament solicitando que declarara la central en estado de ruina. No ha habido respuesta. La Comissió de Patrimoni aplazó el 22 de junio la declaración de BIC de la central «para un mayor estudio».