La obras de la nueva ronda este avanzan a buen ritmo. El plazo previsto para su ejecución es de seis meses y su presupuesto de 913.000 euros. | Pedro Aguiló Mora

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La construcción de la nueva ronda este de Campos ya es una realizada. Las obras correspondientes a la primera fase arrancaron hace unas semanas y los resultados del movimiento de tierras ya es más que evidente.

Se trata de una obra pública presupuestada en 913.000 euros, de los cuales el Consell de Mallorca sufragará 700.000. El pago del resto corresponderá al Ajuntament de Campos. Está previsto que la ronda esté operativa en un plazo máximo de seis meses, casi a la par que la entrada en funcionamiento de la prolongación de la autopista de Llucmajor hasta la localidad campanera.

El inicio de la construcción de la nueva ronda este de Campos no es una cuestión menor, puesto que, además de pacificar el centro urbano de Campos, minimizar el paso de tráfico pesado por la exigua rotonda de la plaza Tres Molins y descongestionar la circulación a través del Camí Vell de Ciutat (donde se encuentran el campo municipal de deportes, el polideportivo y el colegio Joan Veny i Clar), la ronda de s’Estació y la ronda Catalunya, también tendrá incidencia en el resto de la comarca, puesto que procurará mayor fluidez circulatoria en dirección a Santanyí, ses Salines y Colònia de Sant Jordi.

Segunda fase

La alcaldesa de Campos, Francisca Porquer (PP), valora de forma muy positiva las ventajas en seguridad y circulación que procurará la nueva ronda este. Un objetivo completo que debe consolidarse con la ejecución de la segunda fase del proyecto, y que debe conllevar la conversión de la calle Mossèn Antoni Maria Alcover en avenida y la construcción de una rotonda frente al antiguo velódromo que distribuya el tráfico hacia Santanyí, ses Salines y la Colònia de Sant Jordi.

Aunque no hay todavía previsión de cuándo podrá ejecutarse la segunda fase de la ronda, Porquer apela a la sensibilidad del Consell de Mallorca y que ésta sea una realidad lo antes posible, puesto que se trata de una zona muy concurrida por miles de mallorquines que veranean en la sa Colònia, o acuden durante esos meses a las playas de es Trenc y a las calas de Santanyí; sin contar los cientos de autocares que transportan decenas de miles de turistas hacia las zonas hoteleras de Cala d’Or.

Este ingente tráfico rodado provoca continuas retenciones tanto en la ronda de s’Estació (sin salida directa a la futura autopista), así como en la calle Rambla, actualmente cortada en la rotonda de la carretera de Felanitx y desde donde ahora arrancará la ronda este hacia el sur. Asimismo, cabe recordar que las obras de la prolongación de la autopista de Llucmajor hasta Campos se encuentran ya muy avanzadas y que una vez conclu-idas no es descartable la llegada de más tráfico hasta Campos.

En este sentido, cabe apuntar que, por ejemplo, para ir o venir de Palma, muchos residentes en ses Salines o la Colònia de Sant Jordi, debido a la peligrosidad de la vieja carretera Llucmajor–Campos, todavía hoy se desvían por la carretera de s’Estanyol para tomar luego la carretera militar, para evitar la sinuosidad y el tráfico lento de la Ma–19. Una serie de inconvenientes que ahora desaparecerán con la nueva autopista.