De los cinco aljibes, tres conservan la cubierta de piedra y otro está totalmente apuntalado por dentro. | L.O.

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El antiguo sistema hidráulico situado en el bosque que rodea la hospedería del Castell d’Alaró está en peligro de desaparecer ante la falta de intervenciones para rehabilitar los aljibes, pozos y canalizaciones que formaban este conjunto de gran valor patrimonial.

La pasada legislatura el Consell anunció la compra de la finca del Castell, donde están ubicadas también estas antiguas construcciones. Pero al no haberse hecho efectiva, y posteriormente ser retirada de los fondos del impuesto turístico con los cuales estaba previsto efectuar la adquisición, la finca continúa siendo de propiedad privada y el departamento de Patrimoni del Consell solo realiza intervenciones de urgencia puntuales.

Sin proyecto de rehabilitación

Desde Patrimoni, explican que la última intervención se realizó en 2016. «No existe ningún proyecto para la recuperación de estos aljubs. En ellos, como en otros elementos patrimoniales del Castell d’Alaró, solo podemos realizar actuaciones puntuales, no podemos ser reiterativos porque la conservación le corresponde al propietario, al no ser un patrimonio público».

Cabe señalar que el arqueólogo Biel Llodrà sí realizó un estudio de este sistema hidráulico, formado por cinco aljibes, pozos y una red de canalizaciones que ya apenas se percibe entre la maleza y las piedras que se han movido con el paso de los siglos. Pero de momento ni la propiedad ni las administraciones han emprendido su rehabilitación pese a su probado valor patrimonial.

Imagen de archivo, previa a la obligatoriedad de las mascarillas.

Actualmente el estado de conservación de estos aljibes es desigual. Uno de ellos ha perdido totalmente la cubierta y la vegetación va ganando terreno dentro del vacío donde los moradores de esta montaña hacían reserva de agua para su subsistencia. Otro de ellos tiene la cubierta de piedras en forma de bóveda a punto de desmoronarse y está apuntalada desde el año. El alcalde de Alaró, Llorenç Perelló, presidente a su vez de la Fundació Castell d’Alaró, señala que «los puntales para que no se venga abajo los pusimos hace unos ocho años gracias a una empresa local que los prestó para una temporada, y allí siguen; pienso que hay fórmulas para intervenir aunque no sea público, vía Llei del Patrimoni y debería hacerlo el Consell, que es quien tiene las competencias».

Perelló lamenta también que no se haya realizado la compra de la finca propiedad de la familia Ordinas, ni tampoco se haya avanzado en la delimitación de los límites de la misma para determinar hasta dónde llega la parte propiedad del Estado. «Desde junio espero una reunión con Delegación del Gobierno para ponernos a trabaja en ello».