Los terrenos escogidos son los de Son Morro. Monjo ya tiene una ubicación preferida para el proyecto alternativo que defiende. Se trata de la zona de Son Morro, situada entre Can Picafort y Santa Margalida «poble», donde quiere aprovechar la pendiente para conducir el agua.

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Can Picafort no tendrá una nueva depuradora con emisario submarino a cinco kilómetros mar adentro frente a la playa de Son Bauló, como estaba previsto en el convenio firmado en 2005 entre el Ajuntament de Santa Margalida y la Conselleria de Medi Ambient a través de su agencia para la gestión de las aguas, Abaqua. El jueves ambas administraciones acordaron extinguir este convenio (aunque el Ajuntament de La Vila ya lo había dado por extinguido por su parte en 2017) y zanjan así un agrio enfrentamiento que ha durado 15 años, debido a la oposición frontal del alcalde, Joan Monjo, a este proyecto, declarado de interés general y que iba a ser financiado por el Gobierno central a través del Ministerio para la Transición Ecológica.

Una nueva depuradora en Can Picafort con emisario submarino es la opción defendida por el Govern balear para poner fin a los problemas ambientales que causa la depuradora de Son Bosch, situada dentro del municipio de Muro y compartida por los núcleos de Platges de Muro y Can Picafort. En cambio, Monjo quiere que la futura estación se construya fuera de la zona turística, en la zona de Son Morro.

Extinción de convenios

Tras años de infructuosas negociaciones y cruce de contenciosos entre el Ajuntament de Santa Margalida y el Govern, el jueves ambas administraciones acordaron dejar que se extingan los convenios que mantienen desde hace décadas y por los que Abaqua gestiona la depuración de las aguas residuales del municipio. Estos convenios vencen el próximo 1 de octubre y afectan a la gestión de la EDAR de Santa Margalida (firmado en 1991) y a la de Son Serra de Marina (1998). El convenio firmado en diciembre de 2005 para construir la depuradora de Can Picafort no caduca hasta el año 2040, pero aún así ambas partes han decidido extinguirlo ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo para su ejecución. Monjo defiende su propia alternativa, que es conducir las aguas residuales de Can Picafort hacia La Vila y reutilizar el agua para regadío, un proyecto que quiere sufragar con fondos del Ministerio o del canon de saneamiento. Medi Ambient sostiene que la elevada salinidad de las aguas de la zona la hace inviable para el regadío por ahora.

A esta reunión asistieron el alcalde, Joan Monjo, y el teniente de alcalde, Martí Àngel Torres; y por parte del Govern, el director gerente de Abaqua, Guillem Rosselló, y la directora general de Recursos Hídrics, Joana Maria Garau. Rosselló sostiene que «Abaqua acepta extinguir el convenio, pero no renunciamos a él si el Ajuntament reconsidera su postura; es la solución más rápida, podría estar hecho en cuatro años, dejando pasar esta oportunidad salen perdiendo los ciudadanos y si surge cualquier problema medioambiental, ahora el responsable será el Ajuntament».

En octubre el Ajuntament recuperará la gestión de sus depuradoras y subrogará las contratas con empresas especializadas que realizan ahora el mantenimiento. Abaqua seguirá prestando el servicio de manera subsidiaria.

«Me alegra que la Conselleria al fin acepte la propuesta del Ajuntament»

Joan Monjo celebra el acuerdo alcanzado con Medi Ambient que permitirá desbloquear un conflicto que lleva 15 años sobre la mesa y que le ha llevado a negociar directamente con el Gobierno cen