Campo de fútbol. Dos aulas del campo de fútbol de Campos que hasta el momento acogían el Club d’Espai y las clases de batucada se convertirán este curso en espacios docentes para el colegio Joan Veny i Clar. Los regidores de Deportes, Jaume Vidal, y de Educación, Carmen Marín, este martes, en las dependencias. | Redacción

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La mayoría de ayuntamientos trabajan a destajo estos días ante la falta de espacios en los centros educativos. Este miércoles empieza el nuevo curso escolar y la Conselleria d’Educació ha pedido el apoyo de los consistorios para que ofrezcan sus dependencias municipales y suplir así la falta de espacios para impartir la docencia. Bibliotecas, oficinas municipales, campos de fútbol o polideportivos se reconvertirán este año en aulas o patios de colegio con tal de cumplir las medidas sanitarias debido a la pandemia.

Esta falta de espacio adicional se agrava, en algunos casos, a una problemática histórica de saturación en los centros con aulas prefabricadas o patios reducidos a la mínima expresión. Ejemplo de ello sería el CEIP Joan Veny i Clar de Campos, que hace más de diez años que reivindica una ampliación del centro escolar que, si bien está prevista, todavía no se ha materializado. En este caso, el Ajuntament de Campos ha ayudado al colegio con las obras para adaptar los espacios del centro así como ofrecer caminos exteriores, según explica la regidora de Educación del municipio, Carmen Marín. Su director, Tomeu Font, recalca que en solo siete años el centro ha pasado de 450 a 740 alumnos, por lo que la falta de espacio no viene motivada únicamente por la pandemia.

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También en Campos, los alumnos del colegio Fray Joan Ballester contarán con diferentes espacios además del centro habitual. El Ajuntament ha habilitado la sala polivalente de la biblioteca para los grupos burbuja y el Auditòrium como aula. También el campo de fútbol se acondicionará para acoger dos aulas para escolares, las que se utilizaban para el Club d’Esplai y la batukada, mientras que en «la pista cubierta del campo, se convertirá ahora en patio», añade Marín. Estas serán para los alumnos de sexto del Joan Veny i Clar que empezarán el día 16.

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Llucmajor también ha tenido que acondicionar espacios municipales ante la demanda de los colegios. Tres de los seis centros públicos llucmajorers necesitan espacios adicionales. Así el CEIP sa Marina de Llucmajor utilizará las aulas de la escuela de música, mientras que el CEIP Badies dispondrá de la biblioteca, el aula de cultura y el centro de día de Badies. Por contra, los escolares de sexto curso del colegio Urbanitzacions, en el Puig de Ros, tendrán sus aulas en los salones del hotel Best Detal.

En Calvià, la situación es similar. El CEIP Son Ferrer ha solicitado un piso del local de la tercera edad, el módulo deportivo y el local de la asociación de vecinos, en este último caso para almacenar material. Mientras que el IES Son Ferrer utilizará una aula del CREC de la zona para impartir docencia. También el colegio público Son Caliu ha solicitado la cesión del campo de rugby para actividades deportivas.

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A ello hay que añadir las medidas ya anunciadas por los ayuntamientos de Manacor o Inca, entre otros, que también han puesto sus dependencias municipales al servicio de los centros educativos. Son, en definitiva, «medidas excepcionales para la situación excepcional que vivimos», como recordó el martes el alcalde de Manacor, Miquel Oliver.