La playa de Cala Gat, luce a menudo la prohibición de acceso debido a la afluencia de gente. | Assumpta Bassa

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La seguridad en las playas tras la pandemia de la COVID-19 es una de las principales preocupaciones del Ajuntament de Capdepera. Por ello se están llevando a cabo una serie de medidas para controlar la afluencia de gente y conseguir que se respete el distanciamiento social. Una de las consecuencias es que la playa de Cala Gat tiene que cerrarse varios días a la semana para evitar la masificación.

Así lo explicó a este periódico el regidor de Medi Ambient, Quico Martínez. «La policía controla todas las playas del municipio. Tenemos dos patrullas vigilando y cuando el aforo está completo entonces se cierra el acceso. En el caso de Cala Gat se ha tenido que colgar el cartel de completo casi a diario. En las otras playas la verdad es que está muy controlado gracias a la labor de los agentes y también a la información de la situación que se cuelga en redes sociales».

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Por otra parte, el responsable de las playas apuntó que se ha puesto en marcha un código QR con un gran éxito de funcionamiento. «Los usuarios pueden bajarse este código que está en cuatro idiomas y que ofrece información de todas y cada una de las playas. Hay una cámara que muestra en streaming la situación en tiempo real, los servicios que se ofrecen, si hay chiringuitos, si hay presencia de medusas o si se ha levantado la bandera roja. Incluso señala la temperatura del agua».

La concesión de los servicios de temporada estaba pendiente de un nuevo contrato de adjudicación pero las circunstancias actuales obligaron al Ajuntament a prorrogar el contrato para que este verano se pudiera contar con el servicio.