Los vigilantes informan cuando el aparcamiento está lleno e invitan a no estacionar en la urbanización. | L.O.

TW
10

Las playas de Muro están de moda entre los residentes este verano atípico y la gran afluencia de usuarios, incluso con pocos turistas debido a la situación de la COVID-19, se ha disparado hasta el punto de que el Ajuntament de Muro y su servicio de salvamento se plantean cerrar el acceso a las mismas si no se respetan las normas de seguridad instauradas para prevenir los contagios.

El Servei Públic de Salvament de Platges de Muro redacta un protocolo que le permita actuar y cerrar el acceso a sus playas –incluso ordenar el desalojo de todos los usuarios mediante la intervención de la Policía Local y de la Guardia Civil– si se llegara a unos niveles de ocupación que hicieran imposible mantener la distancia de seguridad. «Cada fin de semana estamos al límite del aforo permitido, sobre todo en la playa des Capellans, si la afluencia sigue al alza en agosto podríamos vernos obligados a cerrar algún día», admite el alcalde de Muro, Toni Serra (CDM).

Desvío a otras zonas de playa

Noticias relacionadas

Estos días, el Servei de Salvament está realizando un cálculo de cuál es el aforo real en cada uno de los sectores en los que están divididos sus 5 kilómetros de playa, una vez descontados los espacios de tránsito y servicios (torres de vigilancia, aseos, pasillos y pasarelas, sombrillas y hamacas, etc).

«En cuanto los socorristas vean que en alguna de las playas ya se ha alcanzado el aforo, avisaremos por megafonía a los que usuarios que vayan llegando, y también estamos preparados para cerrar accesos, de modo que se desvíe al público hacia otros tramos menos saturados de playa», explica el coordinador del Servei Públic de Salvament Platges de Muro, Toni Carrió. Desde el inicio de la desescalada, el equipo de salvamento y los concesionarios de los servicios de playa trabajan intensamente en establecer protocolos de seguridad, como una desinfección exhaustiva y diaria del mobiliario y accesos.

Las playas del llamado «sector 2» y sobre todo, la de ses Casetes des Capellans, son las más expuestas a esta saturación cada fin de semana, debido a la ocupación de las numerosas casitas de veraneo que los murers disfrutan en esta zona comunal, y al efecto llamada de los restaurantes instalados en los balnearios, con una oferta gastronómica atractiva y consolidada.

Desde principios de julio y todo agosto, el Ajuntament ha contratado con la empresa Safe vigilancia privada en el acceso a Capellans para disuadir a los conductores de aparcar en ses Casetes, todos Acire, una vez que se llenan las 80 plazas del aparcamiento público. Cada día hacia las 11 horas ya está lleno y las multas por aparcar mal tienen una cuantía de 200 euros.