Este es el aspecto que presentaba la piscina ayer, únicamente con 18 personas de las 75 que permite el aforo. | Redacción

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Las restricciones de aforo en espacios públicos debido a las normas sanitarias por la COVID-19 han obligado al Ajuntament de Consell a diseñar un complejo calendario para distribuir entre todos los interesados el tiempo de uso de la piscina municipal.

Hace unos días se pusieron a la venta 320 abonos familiares a 10 euros (los veranos anteriores el pase familiar costaba 30 €), distribuidos en varios colores, de modo que cada «color» pueda usar las instalaciones durante solo una las cuatro franjas horarias en las que se ha divido el acceso a la piscina: un grupo de 10 a 12; otro de 12 a 14 h; otro de 16 a 18 h y el último, de 18 a 20 h. Los abonos se agotaron en pocas horas y las quejas de quienes se quedaron sin él se multiplicaron en las redes sociales.

«Enseguida que vimos esta situación, aumentamos los abonos hasta 500, pero mucha gente luego no ha venido a comprarlos y la piscina ha estado casi vacía todo el fin de semana», lamenta el alcalde, Andreu Isern.

Para poder duplicar los abonos, se ha confeccionado un nuevo calendario por el cual cada grupo no puede usar la piscina todos los días, sino dos horas al día, pero en días alternos. Como ejemplo, el grupo «lila» puede bañarse el domingo, el martes y el jueves de 10 a 12 h. La siguiente semana, le tocará en horario de tarde.

Piscina vacía

Este fin de semana, efectivamente la piscina ha estado prácticamente vacía en turnos como el sábado y el domingo de 10 a 12h, cuando acudieron apenas 4 personas, de las 75 que permite el aforo actual para poder cumplir la nueva normativa sanitaria.