Paula M. Amengual trabaja en el museo de Son Fornés de Montuïri.

TW
1

Paula M. Amengual (Montuïri, 1980) es la arqueóloga y una de las caras visibles del Museu de Son Fornés de la localidad de Montuïri. Su trayectoria profesional ha estado siempre vinculada a este importante yacimiento del Pla y dice que es una privilegiada por poder dedicarse a un mundo que le apasiona.

¿Cómo empezó su interés por el mundo de la arqueología?

—El yacimiento de Son Fornés siempre ha formado parte del paisaje infantil de los niños del Montuïri y yo, además, tenía el añadido de que la finca de mis padres está muy cerca del yacimiento. Ha sido un mundo que siempre me ha llamado la atención.

¿Y en qué estado se encontraba el recinto Son Fornés cuando eras pequeña?

—El poblado principal ya estaba excavado, pero también es verdad que no se encontraba en tan buenas condiciones ni había una actividad tan constante para que pudiera ser visitado. Las excavaciones en este conjunto empezaron en el año 1975 y había épocas en que la conservación era más decente, pero otras en que la vegetación invadía los restos.

¿Cuándo empezó la mejora en el yacimiento de Son Fornés?

—El momento clave para su impulso fue la apertura del museo en el año 2001. Las investigaciones están vinculadas a la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y con el museo se dio un gran impulso al yacimiento. Se puso en marcha la parte de difusión a través de las visitas guiadas y educativas, que hemos actualizado con el paso del tiempo. Esto no significa que antes del museo no se hiciera nada, pero con el museo se estipuló un programa para hacer que el yacimiento sea más lúdico y educativo.

¿Cómo funciona el programa de visitas?

—Es un programa de extensión educativa. Hasta ahora hemos realizado diferentes tipos de visitas que, a veces, combinamos con talleres y que están diseñadas en función de las diferentes etapas educativas. Para confeccionarlas hemos contado con la colaboración del colegio Joan Mas i Verd de Montuïri y hemos ido afinando cuestiones que nos permiten ofrecer visitas no solo a escolares sino también al público local. En Son Fornés tenemos una media de 5.000 visitas al año.

¿Y el turismo? ¿También se interesa por esta oferta cultural?

—Es nuestro reto. Desde hace ocho años hemos intentado conseguir acercar el turismo al museo y a Montuïri e, incluso, hemos tenido visitas de toruoperadores, pero estas acciones nunca han dado su fruto. Los restos arqueológicos son un recurso espectacular y desde las empresas turísticas se nos dice que quieren apostar por el turismo sostenible y cultural, pero a la hora de la verdad todo queda en buenas palabras y nunca han llevado a cabo ningún acto.

El nuevo edificio del museo, justo al lado del yacimiento de Son Fornés, ¿ayudará a atraer turistas?

—Sí. Y además ayudará a seguir con la excavación en el yacimiento, que solo está excavado un 25 %. El edificio permitirá renovar el museo y nos permitirá aportar mucha información en cuanto al conocimiento de la prehistoria en Mallorca.

Hace unas semanas se hizo una actuación en Son Fornés. ¿En qué consistió?

—Se hicieron tareas de conservación y restauración, que llevó a cabo el equipo de Marga Munar y Bernat Burgaya. Para estas actuaciones nos hemos acogido a la subvención del Consell, que este año también ha incluido los trabajos de limpieza de la vegetación. El mantenimiento es una de nuestras luchas porque es la brigada del Consell la encargada de estas tareas pero no puede atender toda la demanda con lo que sería conveniente, en mi opinión, dotarla de más personal porque es un problema generalizado. En Son Fornés tenemos la suerte de contar con la máxima colaboración del Ajuntament, que siempre nos ha apoyado.

¿Hacía dónde va el yacimiento?

—Esperamos que en breve empiecen las obras del nuevo museo y traspasar los elementos que ahora están en el Molí des Fraret. Será un museo más completo y con más espacios que facilitará las tareas de investigación. Esperamos que sea un centro de referencia para el conocimiento de la prehistoria en Mallorca, y más concretamente de la época talayótica.

¿Cómo afrontáis el futuro después del confinamiento y la crisis de la COVID-19?

—Abrimos el museo el pasado 22 de junio con las máximas garantías y se podrá visitar cada día durante este verano desde las 9 a las 13 horas para que la gente local se acerque a conocer la historia de Son Fornés. Además, el último domingo de cada mes las visitas son gratis.