El sector de producción de aceite bajo la Denominación de Origen Oli de Mallorca es uno de los ejemplos de éxito en el sector. El año pasado había en Mallorca 994 olivocultores, además de 13 almazaras y 22 empresas envasadoras dedicadas a la elaboración de aceite con sello de calidad. | Pere Bota

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La inactividad del sector turístico y de la restauración también ha pasado factura a los productores de aceite de oliva, un sector en auge dentro de las industrias agroalimentarias de la Isla. Si el pasado mes de mayo los vitivinicultores alertaban del excedente de vino en sus bodegas debido al cierre de hoteles y restaurantes, la situación de las empresas que se dedican a la producción de Oli de Mallorca también es similar. «Tenemos un excedente del 50 % de la producción, unas 200 toneladas de aceite», apuntaba esta semana Miquel Gual, presidente de la Cooperativa de Sant Bartomeu de Sóller.

Gual explica que la ausencia de turistas ha supuesto una reducción de ventas ya que los visitantes son «pequeños exportadores de Oli de Mallorca». «Conocen nuestro producto con el sello de calidad de la Denominación de Origen y se lo llevan a sus familiares y amigos al regresar a sus países» comenta. La venta de este producto D.O. en los pequeños establecimientos ha sido el principal revés. Mientras que la exportación, apunta el responsable de la Cooperativa, se mantiene estable.

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También el presidente de la D.O. Oli de Mallorca, Joan Mayol, explica que la exportación de aceite de oliva en Alemania se ha mantenido estable estos meses. Mayol añade que otro sector afectado han sido aquellos productores que se dedican a la venta de aceite para restaurantes y hoteles. «La venta a hostelería representa un 30 % de la producción», añade Gual.

Las nuevas medidas fijadas por el Gobierno central para la ‘nueva normalidad’ también afectarán algunos de estos productores ya que, a partir de ahora, tendrán que vender el Oli de Mallorca en monodosis a bares y restaurantes. «Ello va a suponer elevar los costes de producción y, en algunos casos, puede resultar inviable», apunta Joan Mayol. Pese a las adversidades, el presidente de la Denominación de Origen asegura que el Oli de Mallorca ha sabido crear un nicho de mercado «a pesar de competir con aceites que se venden por debajo del precio del coste de producción».

Tanto Mayol como Gual aseguran que son necesarios mecanismos de promoción de los productos agrícolas y ganaderos locales con un sello de calidad. «La pregunta que nos debemos hacer es si queremos una industria agroalimentaria o renunciamos a ella. Si apostamos por ella, la administración debe aportar recursos para promocionarla», concluye Gual. El año pasado en Mallorca se elaboraron un total de 464 mil litros de aceite con la DO Oli de Mallorca.