Raúl y David en el puerto de Andratx. | Michel's

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La mala mar deslució este lunes la primera jornada de pesca recreativa después de dos meses de confinamiento obligado. La zona norte de la Isla fue la más afectada, aunque algunos vecinos con base en el Port de Andratx desafiarion el viento para poder realizar una actividad que cuenta con casi cien mil ‘adeptos’ en el conjuto de Baleares.

En realidad, desde el lunes pasado, el Gobierno central había permitido la navegación recreativa, aunque no fue hasta ayer cuando se levantó la prohibición de poder pescar.

«Era un sinsentido poder salir a navegar pero no poder realizar actividades de pesca», explicaba ayer el presidente de la Associació Pescadors Illes Balears (APIB), Antonio Cayuela. «Supongo que en Madrid, como no tienen mar, no entienden muy bien esta situación», bromea Cayuela.

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En realidad, desde la asociación remitieron una carta al Govern para que se reconsiderara la prohibición y «una semana después han aceptado nuestra propuesta». Eso sí, los pescadores recrativos cuentan también con una serie de limitaciones: las embarcaciones solo pueden llevar el 50 % de la tripulació; solo pueden alejarse hasta 12 millas del puerto base, y también es obligatorio el uso de mascarillas o geles hidroalcohólicos cuando estén en el puerto.

Cayuela asegura que si bien la jornada de este lunes hubo pocos pescadores la situación cambiará a partir del miércoles, cuando las predicciones metereológicas son mejores.
En el Port de Andratx, pocos pescadores no profesionales se aventuraron este lunes a la mar.

Los más osados dos vecinos de Santa Eugènia, Raúl y David. Las «ganas de pesca» eran tan grandes que decidieron hacer una escapada. Aseguraron que ayer mismo también habían visto pescadores de buceo en la zona del faro del puerto. Por su parte, Jaume, Miquel y Juan Miguel de Palma también salieron del puerto andritxol con la esperanda de hacer buenas capturas y «tomar la brisa del mar».