El Ajuntament d’Alcúdia ha iniciado una estrategia para dotar a las playas de hamacas y sombrillas a partir del 8 de marzo dentro del plan de desescalada. | Juanjo Roig

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El Ajuntament d’Alcúdia ha puesto en marcha su maquinaria con el objetivo de reabrir las playas con todos los servicios operativos el próximo 8 de junio. Es consciente de que la explotación de las hamacas y sombrillas será deficitaria este año, pero asume las pérdidas económicas como una inversión que le permitirá «recuperar la imagen de normalidad» antes incluso de que se abran fronteras y el turismo vuelva a las Balears.

Así lo explicó ayer el regidor Domingo Bonnín. Es consciente de que Alcúdia es el único ayuntamiento del archipiélago que históricamente explota las playas de forma directa, lo que le otorga ahora una ventaja frente al resto de municipios que dependen de las empresas concesionarias ahogadas por la crisis sanitaria.

Mientras el resto de ayuntamientos negocia con sus concesionarios para no pasar un verano en blanco, Alcúdia diseña el plan que permitirá la vuelta a la «nueva normalidad» distanciando hamacas y sombrillas, reduciendo el aforo y buscando (con el asesoramiento científico) los productos que permitan la desinfección de las hamacas sin poner en riesgo de contaminación el ecosistema.

«Trabajamos para montar el día 8 de junio con un tercio del stock de hamacas y sombrillas del que disponemos habitualmente», explica Bonnín. Todos sus trabajadores fijos discontinuos han sido contratados y a partir del lunes trabajarán en la limpieza y preparación de la arena, antes de proceder a ‘sembrar’ las sombrillas si obtienen la autorización, dice.

Ayer se celebró en el Ajuntament d’Alcúdia la primera reunión para definir el plan de recuperación del servicio de playas. «Hemos acordado duplicar la distancia entre sombrillas para garantizar así la distancia social», dice el regidor. Alcúdia descarta por completo recurrir a la instalación de mamparas anunciadas en el extranjero «sería como entrar en un asador», explica Bonnín. Su estrategia pasa por tanto en separar las sombrillas que guardarán una distancia de 8 metros de ancho entre ellas y 10 de profundidad. «Tenemos distancia suficiente y así lo haremos, salvo que lleguen nuevas instrucciones», puntualiza el regidor. Y es que Bonnín es consciente de que estamos ante una realidad «nueva y cambiante». Se espera que entre hoy y mañana los ayuntamientos reciban nuevas instrucciones, por ejemplo, sobre la contratación de socorristas.

Las últimas instrucciones les obligaban a ofrecer el servicio una vez acabado el Estado de Alarma pero la desescalada gradual abre un nuevo escenario.