Gregori Mayol ‘Passador’ es uno de los pescadores que han puesto en marcha el sistema de venta Kilómetro 0 y sostiene que no son pocos los días que el pescado se acaba sin poder satisfacer toda la demanda. | Lluc Garcia

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La crisis desatada tras el confinamiento obligado por la pandemia de coronavirus está golpeando a los subsectores del sector primario, y entre a estos a unos más que a otros. Es el caso de la pesca y muy especialmente el de los pescadores de artes tradicionales. Frente a esta coyuntura son mucho que han abogado por la venta directa de sus capturas, como ocurre en Sóller.

Los pescadores de la flota artesanal del Port de Sóller han recurrido a la venta directa de las capturas a los consumidores locales, ante la bajada de la demanda de pescado por el cierre masivo de restaurantes y hoteles. Aunque el edificio de la Cofradía todavía está en fase de equipamiento, su existencia y la dotación de básculas ya permite a los profesionales recurrir a la ‘venta directa en puerto’, una modalidad que se realiza bajo el control de precios de la lonja de Palma.

Los días que los pescadores pueden salir a faenar y obtienen capturas avisan a sus clientes habituales y estos realizan los pedidos o se desplazan hasta el muelle a esperar el pescado del día. El aviso de entrada al puerto puede llegar directamente a los grupos de consumidores que se han organizado a través de redes sociales o por otros sistemas.

Pescadería

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Gregori Mayol ‘Passador’, del Port de Sóller, es uno de los profesionales que ha puesto en marcha este sistema de venta ‘kilómetro cero’. No son pocos los días que el pescado se acaba sin poder satisfacer toda la demanda. Los clientes, bien satisfechos, se llevan el producto a casa todavía vivo. Ya son varios los pescadores del puerto que optan por esta fórmula de comercialización directa controlada por la cofradía San Pere, ahora que por orden del Govern, sólo pueden salir a pescar la mitad de los días hábiles para evitar excedentes en el mercado y que se desplomen los precios.

En un futuro próximo, con la apertura de la pescadería de la lonja del puerto la venta directa será la norma para estos profesionales de mar. De hecho estos días ya se han estrenado las instalaciones para la venta directa. Las oficinas d ella cofradía ya se han trasladado también al nuevo edificio que ha construido Ports IB en el muelle de marinería y también están ya disponibles los almacenes para redes y aparejos. La apertura de la pescadería estaba prevista para el mes de abril pero finalmente se ha tenido de aplazar.

Los pescadores realizarán por su cuenta una inversión de unos 30.000 euros para el equipamiento de cámaras frigoríficas. En estos momentos está finalizando su instalación.

La venta directa de pescado en el muelle es una vieja reivindicación de los pescadores del Port de Sóller, una ventaja de la que ya hace años que disfrutan los profesionales de otros puertos, como los de Andratx y Cala Rajada. Hay que recordar que la antigua lonja de los pescadores del Port fue demolida hace casi 15 años para la reforma del Puerto por lo que se quedaron sin edificio propio. El Govern ha construido finalmente una nueva sede para oficinas, pósito, ventas, almacenes, etc, pero se inauguró hace tan solo unos meses. El equipamiento interior va a cargo de la cofradía.