Imagen del centro de tipificación del cordero a donde los payeses llevan sus reses para agruparlos por peso y sacarlos al mercado en lotes homogéneos. | Curro Viera

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Govern balear y ganaderos negocian para evitar una crisis sin precedentes en la producción de cordero local ahogada por el cierre de hoteles y restaurantes por el estado de alarma provocado por el brote de coronavirus COVID-19.

Desde que estalló la crisis sanitaria, antes incluso del cierre obligado del sector turístico, la caída de ventas de cordero ha sido estremecedora. Los payeses ya advirtieron el pasado jueves de que, si no se adoptan medidas urgentes que incentiven las ventas, el centro de tipificación del cordero de Pollença (el único de estas características que hay en Mallorca) se colapsará esta semana.

En cifras

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El Govern tiene sobre la mesa una propuesta de los ganaderos para establecer un precio subvencionado del cordero en lonja. La idea es que el precio actual de 5 euros el kilo sea inamovible, pero que los distribuidores solo paguen 3,5 euros el kilo. Por su parte, el Govern debería contribuir pagando 1 euro más que iría directo a los ganaderos para evitar pérdidas catastróficas. Se trata evitar a toda costa que el precio de venta en lonja supere al coste de producción, más si se tiene en cuenta que los payeses tienen este año una escasez importante de pastos que les obliga a comprar piensos para alimentar a sus animales con el sobrecoste que ello implica.

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Martí Solivellas, presidente de la Cooperativa Payesa de Pollença, confiaba ayer en tener una respuesta ‘rápida’ del Govern, tras la reunión que celebro Agricultura el jueves con los distribuidores y grandes superficies para elaborar un inventario exhaustivo del producto local que no encuentra salida y buscar alternativas a su comercialización.

Los payeses tienen hasta el 31 de mayo para poner en el mercado el 0,60 %de los corderos de sus explotaciones si no quieren perder las ayudas de Europa. En contra de lo que buena parte de la población podría pensar, con las imágenes de los supermercados desabastecidos de carne, el cordero que se produce en la isla no llega a las cámaras frigoríficas de las grandes cadenas que importan mayoritariamente su género. El 90 % del cordero local tiene como destino restaurantes y hoteles, de modo que los distribuidores locales, con sus cámaras frigoríficas llenas, no quieren seguir comprando.

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«Hoy han salido unos 70 corderos cuando lo normal en estas fechas sería vender casi el doble», explicaba ayer Martí Solivellas. «La semana próxima sería nuestra semana buena, la mejor de la campaña de Pascua y estamos como estamos, es un desastre», añadió.
Por si los distribuidores y grandes superficies no respondieran al reclamo del precio (en el caso de que finalmente el Govern apruebe la subvención) los payeses plantean la posibilidad de que el propio Govern compre el género a precio de coste.