Una boda muy especial en pleno estado de alarma. | R.P.F.

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Para Sebastián Regueiro y Mary Guiscafré este sábado tenía que ser su gran día, pero todo se truncó el pasado fin de semana. Hace meses que estos vecinos de Cala Rajada preparaban con ilusión el día de su boda que, evidentemente, se tuvo que posponer a causa del estado de alarma. Durante estos días, sus amigos y familiares les han intentado animar y a uno de ellos se le ocurrió hacer una boda virtual. Dicho y hecho.

Unas 30 personas se reunieron este sábado al mediodía a través de las redes con una videollamada a la que invitaron a la joven pareja. La boda empezó con la marcha nupcial y uno de los amigos hizo de 'párroco' y les casó. Hubo anillos y se pronunció un ¡sí, quiero! rotundo por parte de Sebastián y Mary.

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Como no podía ser de otra manera, los amigos se vistieron con sus mejores galas para celebrar el evento que «fue muy emotivo. Para ellos ha sido una gran sorpresa y, aunque teníamos pensado que fuera una broma, al final ha sido muy emocionante para todos», según explicó Salvador Fuster, amigo del novio.

La viodellamada terminó con un brindis por los novios que, seguro, se repetirá cuando puedan celebrar la boda.