Los actos debían comenzar el sábado y concluir con una romería el domingo. | Joan Socies

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El próximo domingo debían cumplirse 399 años de la romería del Quart Diumenge o Pa i Peix. Así es conocida popularmente la fiesta que celebra el municipio de Sant Joan en el oratorio de Consolació y que, por primera vez desde que se tiene conocimiento, no se celebrará.

Cuatro siglos de tradición que han quedado suspendidos por la situación que vive la Isla en estos momentos debido al coronavirus. Los sant joaners ya tenían el cartel y todos los actos previstos para celebrar un año más esta fiesta que se remonta hasta 1621. Las previsiones para este año debían empezar el sábado por la noche con los conciertos de celebración de los coros de la Associació Coral de Sant Joan.

Junto a ello la fiesta del Quart Diumenge, como marca la tradición, debía iniciarse este cuarto domingo de Cuaresma con la romería desde la iglesia parroquial hasta la cima del Puig de Consolació. Después la misa solemne y los bailes populares completaban la jornada que este año no se podrá celebrar.

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Francesc Mestre, alcalde de Sant Joan señalaba que «en un primer momento, ya el pasado jueves por la noche decidimos reunir a todos las asociaciones e involucrados en la fiesta para hablar de su suspensión y así ya se acordó. Pero después, con la evolución del brote de coronavirus, la cancelación ya viene impuesta».

El Pa i Peix a lo largo de los año se ha convertido en un fiesta muy querida por lo sant joaners y de la que participan activamente. Los 108 peldaños que separan el pueblo del Puig de Consolació se han convertido en un pequeño referente para alcanzar la paz de la cima.

Se trata de una tradición cristiana, propia de la localidad, que recuerda el milagro de la multiplicación de los panes y peces. En la cima del Puig se venden las ‘casques’ o ‘coquetes’, un dulce en forma de estrella que lleva grabados cinco panes y dos peces. La elaboración de este producto no figura documentada hasta 1729. Pero la fiesta tiene su origen en la disposición testamentaria del beneficiado del santuario, mossèn Onofre Falconer Estada en 1621. Falconer estipuló que cada año debían cantar matines, misa y aniversario de la iglesia vieja (Consolació) el cuarto domingo de Cuaresma.