En Campos, los funcionarios del Ajuntament continuaron en sus puestos de trabajo.

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El primer día laborable en los ayuntamientos de Mallorca tras la declaración del estado de alarma por la expansión del coronavirus transcurrió con relativa tranquilidad, si bien la preocupación principal, a primera hora de la mañana del lunes entre el personal laboral y los funcionarios, era patente. Lo más inquietante era conocer los turnos o las condiciones de trabajo que tendrán que afrontar estos próximos días.

Prácticamente todos los ayuntamientos han tomado las medidas necesarias para la conciliación familiar y priorizan la salud de los trabajadores en situación de riesgo como las personas con procesos cardiovasculares, enfermedades crónicas, diabetes o embarazo.

Los funcionarios de las administraciones municipales tendrán una flexibilidad horaria pudiendo elegir muchos la franja en que han de trabajar o también se ofrece en según que casos la posibilidad de hacer el trabajo a domicilio. Todos los espacios y servicios de atención se han cerrado al público, y las consultas o los tramites se harán vía telefónica o por internet. Se suspenden plenos y comisiones informativas.

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El alcalde de Manacor, Miquel Oliver, dijo que «se da flexibilidad de horarios a los trabajadores públicos para que se puedan autoorganizar porque, de momento, la gente tiene que trabajar». Así, los empleados municipales podrán desarrollar su jornada laboral desde las 7 hasta las 21 horas.

Desde Santanyí, la alcaldesa Maria Pons también informó que los trabajadores tendrán la opción de teletrabajo y habrá flexibilidad horaria de las 8 a las 19 horas. El registro municipal se mantiene abierto, como en el resto de ayuntamientos.

En Porreres, la alcaldesa Xisca Mora explicó que «hemos editado una hoja informativa para repartir por todas las casas de la localidad». Mientras que en Inca, el alcalde Virgilio Moreno, convocó a los portavoces de los ocho partidos que conforman el pleno municipal para ofrecerles la información de las medidas que se van tomando y acordar la suspensión de las comisiones informativas. En el caso de Llucmajor, el alcalde Éric Jareño dijo que el consistorio está de servicios mínimos. Tanto los funcionarios como los políticos han limitado la asistencia solo a aquellas tareas imprescindibles.

Por su parte, en Marratxí durante el fin de semana se ha dotado de medidas de prevención: geles, guantes o mascarillas.Y en el Ajuntament de Muro, el alcalde Toni Serra dijo que «hemos suspendido todas las comisiones, junta de gobierno y plenos, a no ser que surja algún tema de máxima urgencia».