Basuras y vandalismo. Los edificios de Montport se encuentran en un estado lamentable. A los actos vandálicos se han unido los robos de material y la utilización en algunos puntos como vertedero, con grandes sacas de restos de obra. Fotos: MICHEL’S | MICHEL’S

TW
4

Los bloques de apartamentos de lujo de Montport en el Port d’Andratx, pieza separada numero 78 del conocido como ‘Caso Andratx’ tienen por fin sentencia firme de demolición del Tribunal Superior de Justicia de Baleares.

En esta misma resolución judicial se recoge que el Ajuntament d’Andratx deberá pagar una indemnización de más de 14 millones de euros, que incluyen cinco años de intereses, tanto a la promotora de las obras como a los trece propietarios que compraron sobre plano la vivienda, tras declararse la nulidad de la licencia de obras.

La nulidad llegó tras un proceso en el que se dio por probado que el consistorio, entonces presidido por Eugenio Hidalgo (PP), concedió la licencia para estas obras en 2004, cuando los terrenos ya gozaban de la declaración de suelo protegido desde 1991.

Las obras quedaron paralizadas en 2007 y desde entonces el estado de los edificios ha ido deteriorándose. En este periodo las viviendas han sufrido robos de todo tipo de materiales por valor de medio millón de euros. También se han dado casos de vandalismo, con rotura de puertas, armarios y la realización de numerosas pintadas. El lugar además se ha convertido en un gran vertedero, principalmente de escombros, donde a diario acuden camiones y furgonetas a descargar.

Seguridad

Otro problema que se registra es la afluencia de curiosos que entran en los edificios ya que el único cierre que hay en la finca es una barrera sin cadena que la asegure. El descontrol en toda la zona es total y su estado puede resultar peligroso para los vecinos, que suelen pasear por las inmediaciones. Muchos de ellos unen a sus quejas el hecho de que este gran complejo abandonado da una muy mala imagen, especialmente a los visitantes.

El conjunto, que consta de ocho edificios con un total de 68 apartamentos, ha dejado un gran número de afectados. En primer término la empresa promotora, Prosmi, a la que se le permitió construir en la finca ignorando que se trataba de suelo protegido, pero también las personas que compraron adelantando grandes cantidades de dinero por unas viviendas que nunca fueron terminadas.