La zona que plantea el Ajuntament de Santa Margalida es el montículo situado entre La Vila y Can Picafort, con la idea de que se pudiera realizar el regadío por gravedad de las fincas del municipio, dedicadas al cultivo del cereal actualmente. | Lola Olmo

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El Ajuntament de Santa Margalida planea construir una nueva depuradora que estaría situada entre el núcleo interior del municipio –La Vila– y la zona turística de Can Picafort, en una cota elevada en los terrenos que se conocen como s’Alqueria.

El teniente de alcalde de La Vila, Joan Monjo (Convergència), quien asumirá la alcaldía este verano, asegura que ya ha mantenido contactos con el Gobierno central y que los técnicos estarían de acuerdo con modificar el proyecto inicial, aprobado por convenio en 1989 y en litigio desde entonces por dos factores: la falta de financiación por parte del Ministerio de Medio Ambiente y la rotunda oposición de Monjo a la construcción de un emisario submarino que vierta las aguas depuradas a la bahía, a unos cinco kilómetros, mar adentro, de la playa de Can Picafort.

Regadío por gravedad

El proyecto que plantea ahora Monjo sería abandonar la idea de construir una nueva depuradora en Can Picafort, cerrar la actual planta de La Vila y, en su lugar construir una nueva EDAR que dé servicio a ambos núcleos del municipio. «Nosotros defendemos que esté situada en una cota elevada, que se realice una depuración terciaria y que se pueda reutilizar el agua para regadío por gravedad». El edil considera que «se debe revertir un beneficio a la agricultura, de ninguna manera es aceptable verter el agua depurada al mar en lugar de reutilizarla».

Monjo asegura que tanto Aquaes, entidad designada por el Ministerio para realizar el proyecto, como la Conselleria de Agricultura del Govern balear verían con buenos ojos este nuevo proyecto. Sin embargo desde la Conselleria de Medi Ambient, con quien Monjo lleva años de enfrentamiento por el proyecto de la depuradora, desmienten este extremo. «No ha presentado ningún proyecto serio para crear una comunidad de regantes o usuarios de la balsa», aseguran.

Fuentes de Medi Ambient explican que, el lunes pasado, la directora general de Recursos Hídrics del Govern, Joana Garau, y el gerente de Abaqua, Guillem Rosselló, se reunieron en Madrid con responsables del Gobierno central para reclamar la financiación de la futura depuradora que está previsto construir en Can Picafort, y lamentan que «la intención de Monjo no sea otra que bloquear y retrasar la construcción de la depuradora». Recursos Hídrics señala que el convenio para la construcción de la depuradora de Can Picafort «está vigente y el interlocutor autorizado por el Gobierno no es otro que la Conselleria de Medi Ambient; Abaqua lo que quiere es comenzar cuanto antes el proyecto de la EDAR de Can Picafort porque es muy urgente, y eso no quiere decir que luego se pueda modificar».

El convenio fue firmado en 1989 entre Abaqua y los ayuntamientos de Muro y Santa Margalida, con el fin de que las aguas de Can Picafort y de la Playa de Muro se trataran en la depuradora de Son Bosch, que funciona por encima de su capacidad.