Imagen de las obras que se llevan a cabo en las instalaciones de BCM, la discoteca más emblemática de Magaluf. | Michel's

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El sector empresarial del ocio nocturno de Magaluf ha realizado este invierno inversiones por valor de dos millones de euros en la modernización y mejora de sus establecimientos ubicados, sobre todo, en la popular calle Punta Ballena. El presidente de la Asociación de Comercio Turístico (Acotur), Pepe Tirado, confirma esta cifra y la atribuye a la voluntad de los empresarios de la noche calvianera de seguir la misma senda de renovación iniciada hace unos años en la zona por el sector hotelero. También confía en que esta dinámica se extienda al resto de locales de restauración y comercio.

El grueso del sector del ocio nocturno en Punta Ballena lo explotan esencialmente no más de media docena de sociedades y, pese a las duras relaciones de competencia que han mantenido durante los últimos años, coinciden ahora en la necesidad de hacer un esfuerzo económico y empresarial para dar un giro de 180 grados a la imagen de incivismo y excesos que Magaluf ha cosechado de un tiempo a esta parte, y que les ha hecho perder comba con otras zonas como Portals, Port Adriano, Port d’Andratx o Palma. Enclaves que han concitado la atención de una clientela de mayor poder adquisitivo y poco amiga de los efectos derivados de las ofertas de alcohol barato (tipo happy hour, dos por uno o barra libre) que, tanto las ordenanzas del Ajuntament de Calvià como la futura ley balear contra el turismo de excesos impulsada por el Govern, obligan a estos empresarios a replantear su modelo de negocio y orientarlo hacia los estándares de calidad fijados tras el proceso de transformación hotelera iniciado en Magaluf por emporios como Melià Hotels International.

Si bien desde Acotur aplauden las reinversión de parte de los beneficios del sector del ocio nocturno en la mejora de sus locales y, en consecuencia, del perfil socieconómico del turista que en las próximas temporadas disfrutará de los servicios dispensados, la asociación presidida por Tirado también se esfuerza por poner en valor las mejoras que este invierno, «y anteriores», han llevado a cabo otros establecimientos comerciales o del ramo de la restauración, cuyos proyectos de modernización y mejora, sin embargo, no han tenido el eco mediático del que gozan ahora obras de mayor envergadura como las que llevan a cabo los propietarios de reconocidas discotecas y clubes de Punta Ballena.

La transformación de los hoteles de la zona hacia categorías y tarifas superiores, así como las ordenanzas municipales que han puesto coto a la venta indiscriminada de alcohol barato y que se verán endurecidas y amparadas por una legislación de ámbito autonómico, han llevado al reducido grupo de empresarios que concentra la práctica totalidad de la oferta de ocio nocturno de Magaluf a ser conscientes de que la viabilidad futura de su actividad empresarial pasa por subirse al tren del cambio pilotado por los hoteleros y, en consecuencia, converger en un interés común. Que no es otro que el de la reinversión de los beneficios de tantos años de turismo de borrachera en el nuevo producto de mayor calidad que perfila el mercado y apuntalan las administraciones públicas.