Josep Nadal realizó un primer intento frustrado de subida, pero tras descansar unos minutos volvió a intentarlo, esta vez de forma definitiva. Su larga parada y el que se le lanzara una botella de agua son hechos inéditos que junto con la vuelta del gallo vivo a la fiesta han dado a la edición de este año un carácter especial. | Curro Viera

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Josep Nadal Crespí es el joven que logró ascender hasta lo más alto del Pi de Pollença el pasado viernes. Todo el pueblo estuvo en vilo durante su larga subida, que recordó este sábado para este diario junto a su gallo, que finalmente estuvo presente en la fiesta.

El animal se lo entregaron «nada más bajar el regidor Josep Pons y mi padre». No ajeno a la polémica en torno a la presencia del ave, Nadal afirmó que «se lo veía venir». Durante días antes había escuchado rumores de que estaría presente de una u otra forma. Ahora Toni, como lo ha bautizado, vivirá en el gallinero de su finca familiar. «Es sagrado, estará ahí hasta que se muera», exclamó con orgullo. Respecto al contenido de la tradicional cesta, contó que consistió en un gallo de metal, un cuchillo y 200 euros.

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Difícil subida

La ascensión al pino no fue fácil. Este joven pollencí se había preparado a fondo durante semanas, pero se encontró con el problema de una cuerda que bajó inesperadamente y de una situación de especial caos al pie del tronco, «que no me afectó», afirmó.