Algaida celebra las fiestas de Sant Honorat. | Youtube Ultima Hora

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En la cara de los danzantes que interpretaron los bailes de los Cossiers para honorar al patrón de Algaida, Sant Honorat, se reflejaba la satisfacción, el goce, con la escenificación que llevaban a cargo.

Sant Honorat, ubicado en medio de la revetla de Sant Antoni que sigue acaparando todas las miradas, se erige como una fiesta muy familiar, casi exclusivamente algaidina. Ayer, la misa en honor al patrón sirvió para dar el sus a la fiesta. Con un templo parroquial lleno de feligreses, sin duda el acto más esperado para muchos fue la interpretación del baile de l’Oferta que escenificaron los siete danzantes ante la reliquia del santo. La Dama, ayer interpretada por Joana Maria Jaume, salió la primera y después acompañó a cada unos de los Cossiers hasta el altar para hacer la ofrenda (l’oferta).

Estreno

Mientras, en la placeta de l’Església, el Dimoni (Pau Fiol) estrenaba su nuevo vestido de saco con dibujos y representaciones demoniacas. Una tela realizada por el artista local, Jaume Falconer, que ha seguido los motivos y representaciones que ya realizó hace unos treinta años al pintar una prenda para el Dimoni algaidí. Junto al traje, Falconer ya prepara dos telas más para los otros dos Dimonis que salen a bailar durante las fiestas de verano de Sant Jaume.

El Dimoni se esforzó en habilitar un buen rotle para que después los Cossiers pudieran interpretar las danzas. Los más pequeños fueron los que le crearon más problemas, al intentar romper el circulo y molestarlo tocándole el picarol para que les persiguiera.
El momento más esperado llegó con la primera danza, Mestre Joan. Después le seguirían Els Reis, la Dansa Nova, Obriu-mos, Margançó, Flor de Murta y la Titoieta. Junto a la Dama y al Dimoni, ya mencionados, los siete danzantes fueron Ramon Bibiloni; Jordi Juan; Guillem Juan; Joan Toni Oliver; Bernat Riu y Celestí Oliver. A todos ellos se les vio en todo momento disfrutar del baile. Y de manera especial, en el momento del Margançó, cuando el último de los Cossiers en salir a bailar tuvo que desplazarse hasta el final de la fila y provocó las risas de sus campañeros.

Al final, la mort del Dimoni puso el punto final a los bailes en la plaza. Solo, después las Bombes, un baile procesional, sirvió para acompañar las autoridades hasta el Ajuntament. La presidenta del Consell, Catalina Cladera, y la consellera de Salut, Patricia Gómez, fueron las invitadas de Maria Antònia Mulet, alcaldesa de la localidad.

Revetla

La fiesta empezó el miércoles. La noche del día 15 fue el momento de llenar la plaza y las calles adyacentes de foguerons. La torrada, un año más, tuvo un carácter solidario ya que la recaudación de la comida que se vende en la plaza sirve para los proyectos que realiza el Ajuntament de Algaida con el Fons Mallorquí de Solidaritat en la zona de Ciudad Antigua en Nicaragua. Municipio que desde hace 10 años está hermanado con Algaida.

Junto al caliu de las torradoras, el ball de bot del grupo Roada y el correfoc de los Dimonis de Alaró sirvieron para celebrar la festividad. Una revetla que, con cantos y glosas, en algunos foguerons se alargó hasta bien entrada la madrugada.