Vista aérea de la casa que contiene la colonia de aves.

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La invasión de palomas en una vivienda semiderruida en pleno casco histórico de la ciudad amurallada de Alcúdia se ha convertido en una «pesadilla» para Jaume Adrover, vecino de la calle Amorós que pelea desde hace meses sin éxito para que el Ajuntament acabe con la problemática.

Denuncia que los excrementos de las aves han contaminado su depósito de agua y de nada han servido los intentos del Consistorio de reducir la población mediante el uso de jaulas trampa. Tampoco ha bastado la orden de ejecución dictada por el área municipal de Urbanismo para que el propietario del edificio semiderruido lo cerrara.

Orden de ejecución

El regidor de Urbanismo de Alcúdia, Joaquín Cantalapiedra, explica que el Ajuntament puede actuar y ha actuado por un problema de seguridad, ante el riesgo de derrumbe, y ha dictado una orden de ejecución para que la propiedad asegurara el edificio y cerrara la propiedad mientras tramita la rehabilitación de la casa. No obstante esta medida, que ya ha sido ejecutada, no ha sido suficiente porque la nueva pared de bloques de hormigón no impide que al no tener tejado las aves sigan criando sin control en el interior de la casa.

«Pediremos a la propiedad que ponga unas redes mientras tramita la rehabilitación porque es una colonia bastante grande», dice Cantalapiedra.

La regidora de Sanidad del Ajuntament d’Alcúdia, Agüi Lobo, explica que la proliferación de palomas no supone en estos momentos un problema «grave» para el resto del casco antiguo porque está «muy focalizada en esta calle en particular».

El Ajuntament pone jaulas para atrapar a las aves y llevárselas a Natura Parc, pero Lobo reconoce que «es un proceso muy lento y no está siendo lo suficientemente eficaz».
Jaume Amorós ha presentado distintos escritos de denuncia en las áreas municipales de Urbanismo y Sanidad. Asegura que no cesará en su empeño por acabar con el problema que podría extenderse a otros puntos de la ciudad.

«Es un problema importante porque siguen criando sin control y las analíticas me confirman que, tal y como temíamos, ya no podemos beber el agua del depósito porque está contaminada por los excrementos», dice Adrover

Riesgos

Adrover advierte de que si no se adoptan medidas más eficaces la situación podría extenderse a otras zonas del casco antiguo de Alcúdia porque la colonia de palomas que cría en la calle Amorós cada vez se hace más grande.

En este sentido la regidora Agüi Lobo explica que «seguimos colocando jaulas trampa que es lo que nos permite la normativa y de momento solo hemos detectado la presencia problemática de palomas en la calle Amorós y en la calle Pau, en las murallas su presencia es puntual.