A pesar de estar declarada Bien de Interés Cultural (BIC) la fortificación ubicada en el municipio de Calvià sigue apuntalda sin que se muestre un interés real para su preservación, según los expertos. | Michel's

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La situación estratégica del litoral dominado por las torres de defensa de Cala Figuera y Rafeubetx, ambas del siglo XVI, fue aprovechada para la defensa militar del siglo XX. Las diversas reconversiones llevadas a cabo en este enclave fueron producto de las necesidades defensivas de cada momento histórico del siglo pasado. A día de hoy, algunas de estas construcciones sufren un estado de abandono que las entidades conservacionistas ven con mucha preocupación.

Es el caso de la torre de Cala Figuera, Bien de Interés Cultural. A pesar de que hace más de veinte años se está reclamando su conservación, sobre todo desde el Grup d’Estudi de les Fortificacions Balears (GEFB) sufrió su mayor desmoronamiento en 2015. Gobierno tras gobierno, ninguna administración local ha tenido una preocupación real por esta torre, a lo que se añade la desidia de la propiedad, puesto que es de propiedad privada.

La finca de Can Trujillo, donde se ubica la torre de Cala Figuera, con 3.637.584m2 de tierra virgen, ha sido vendida sin que el Consell de Mallorca haya querido ejercer su derecho de retracto. El Consell realizó una intervención en 2016 por la insistencia del historiador Ángel Aparicio ante Patrimonio del Consell que obligó a la propiedad a acceder a una intervención para que la torre no acabara de derrumbarse completamente.

Además se le practicaron apuntalamientos interiores y exteriores. Aunque esta torre fue incluida en el programa de restauración de torres aprobado en 2018, no se ha continuado con su restauración puesto que la propiedad, en ultima instancia, optó por retirarse de la propuesta por lo que este BIC continúa vulnerable y a merced de los elementos, a punto de caerse tras los próximos temporales.

El faro de Cala Figuera está cercano a la torre y es también una atracción turística. Un grupo de ciudadanos instó al Ajuntament de Calvià a que comprara todo aquel lugar con tanta naturaleza e historia. Entidades como el GOB y Amics de la Terra ven lógica la necesidad de que el Consell realice la compra de Can Trujillo para que sea un parque natural.