Los nuevos miembros de la junta del patronato Joan XXIII reunidos para repartir sus cargos. | Elena Ballestero

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El histórico expresident del Parlament y exalcalde de Inca Pere Rotger (PP) recupera el mando de la Associació Pro Minusvàlids Psíquics d’Inca i Comarca, Joan XXIII, que atiende a unos 300 usuarios de la comarca. Deberá pelear para no perder las plazas que la entidad tiene concertadas con el Govern en sus tres residencias (dos en Inca y una en Biniali) y su centro ocupacional.

El plazo para renovar los conciertos vence el 31 de marzo y dos de los cuatro centros afectados precisan antes la realización de obras para adaptarse a la nueva normativa.

Nueva junta

Este lunes se conformó la nueva junta directiva del Patronato Joan XXIII, presidida por Pere Rotger, que consiguió cerrar un acuerdo programático con el sector crítico (integrado principalmente por trabajadores y socios). Los críticos habían venido denunciando presuntas irregularidades en la gestión.

Unos y otros evitan pronunciarse sobre si el acuerdo afectará o no a la demanda y el escrito que los críticos han presentado ante la Fiscalía. Tampoco aclaran si el acuerdo programático implica la renuncia de los críticos a impugnar la asamblea de las elecciones en las que Rotger y sus partidarios fueron los grandes vencedores. Controlan 10 de los 13 miembros de una junta en la que de momento solo hay un representante del sector crítico. El sector crítico le había pedido a Rotger que integrara en su junta al menos a cuatro de sus miembros a cambio de no impugnar la asamblea «por defecto de forma».

Esta no es la primera vez que Rotger preside el Patronato Joan XXIII. Ya lo hizo entre el 18 de mayo de 2018 y el 10 de octubre del mismo año. Había alertado de presuntas irregularidades pero no tenía el apoyo del resto de la directiva.

A partir de ese momento, la histórica asociación entró en una espiral de enfrentamientos internos que derivó en concentraciones de protesta de trabajadores y usuarios.

Gestión

Rotger prometió este lunes una gestión «transparente» que buscará «recuperar la paz social y laboral».

El acuerdo programático pasa por mantener las plazas concertadas y ampliar servicios en la zona norte de Mallorca creando su primer centro ocupacional de inserción laboral.