La ordenanza de Inca pretende adaptarse a las nuevas situaciones. | Juanjo Roig

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La nueva ordenanza municipal de circulación de Inca introduce una serie de cambios novedosos «con el objetivo de mejorar el reglamento vigente y adaptarlo a las nuevas situaciones que actualmente no se contemplan en el documento», señala el regidor de Seguretat Ciutadana i Mobilitat, Sebastià Oriol.

Como ocurre en otros municipios, la utilización de patines, patinetes, monopatines, patinetes eléctricos y vehículos de movilidad personal ha aumentado exponencialmente. En este sentido, estos medios deberán de circular por los carriles reservados a bicicletas y, en caso de que no existan, podrán hacerlo por las aceras a la misma velocidad que los peatones. La ordenanza, que fue aprobada en el pasado pleno y que se encuentra en periodo de alegaciones, prevé también medidas reeducadoras para aquellos usuarios jóvenes que cometan infracciones utilizando este tipo de transporte personal.

En cuanto a los estacionamientos, la ordenanza de circulación determina la cantidad de vehículos de flota que podrán estacionar en un mismo tramo de calle en las zonas residenciales. Otros cambios afectarán a las zonas de carga y descarga, vados permanentes y las zonas de reserva. El más significativo obligará a los conductores de vehículos comerciales a indicar la hora de llegada cuando estacionen en un espacio de carga y descarga, para evitar que permanezca aparcado por un largo espacio de tiempo.

Esquinas

El documento define también la prohibición de estacionar en las esquinas y en el sentido contrario de la marcha, tanto en vías de doble sentido como en las de único sentido.

En cuanto al plazo máximo de estacionamiento de un vehículo en un mismo lugar de la vía pública se ampliará el plazo de 10 a 30 días. Los técnicos han detectado casos en los que se habían retirado vehículos cuyos propietarios se habían ausentado por vacaciones o por otros motivos. Las bicicletas podrán permanecer estacionadas en sus zonas de aparcamiento durante un tiempo máximo de cinco días.

Está previsto que la nueva ordenanza entre en vigor a principios de 2020, cuando finalice el plazo de alegaciones y sugerencias.