Un instante de la asamblea celebrada este miércoles en Binissalem. | Redacción

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Un grupo de delegados laborales, funcionarios y trabajadores municipales de Binissalem se reunieron este miércoles en asamblea para tratar las últimas incidencias que se han producido con el alcalde Victor Martí.

Al finalizar el encuentro se acordó solicitar una reunión con el alcalde «para que se retracte de las acusaciones de descontrol hacia los empleados municipales en relación a la retirada de las tarjetas para repostar gasolina y de que no estamos haciendo bien nuestro trabajo», según relató un delegado laboral.

Deterioro

Desde UGT también denuncian en un comunicado que la situación del ayuntamiento es «de un deterioro creciente de su organización» y detallan síntomas como «la huida de efectivos, indicios de situaciones de acoso laboral denunciados a Inspección de Trabajo, casos preocupantes de riesgos psicosociales o indicios de la existencia de una administración paralela que hace y deshace sin control».

En el caso de las tarjetas para repostar combustible consideran que «es la única forma que ha encontrado el alcalde para negar el descontrol que tiene la organización a su cargo y dar de esta forma la culpa a sus subordinados».

Por ello insisten en que «hacer una investigación da trabajo y a los políticos les ha sido siempre más fácil lanzar sospechas de falta de honestidad contra los empleados públicos. Negar la realidad que se ha instalado en el Ajuntament de Binissalem puede funcionar un rato, pero en algún momento no queda más remedio que abrir los ojos».

UGT defiende «la honestidad y el trabajo de los empleados y empleadas del Ajuntament de Binissalem», y asegura que «continuará con su tarea, pese a quien pese». Los partidos en la oposición prevén pedir explicaciones sobre este asunto en el próximo pleno. El alcalde no respondió a nuestra petición.