Nati Francés, tenienta de alcalde y responsable de Policía Local; Mauricio Carballeda, presidente de los hoteleros de Palmanova y Magaluf; Alfonso Rodríguez, alcalde de Calvià; Francisco Muñoz, vicepresidente de la Asociación Hotelera; Paquita Muñoz, concejala de Comercio. | Alejandro Mendoza

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Internet se impone. El cambio de hábitos de consumo ya predomina en la comercialización turística de la zona de Palmanova y Magaluf. Las suma de las ventas a través de los canales propios de los hoteles y de las agencias online ha superado por primera vez a la turoperación tradicional y representa más del 50 % del total. Según los propios hoteleros de esta zona, la transformación y diversificación del modelo de negocio fortalece al sector y reduce el riesgo de padecer un nuevo caso como el de Thomas Cook.

El posible cambio de modelo turístico en las zonas de Palmanova y Magaluf ha sido durante mucho tiempo objeto de debate. La afirmación iba siempre acompañada de referencias al turismo de excesos. Esa lucha continúa, pero la preponderancia de Internet ha provocado que el negocio evolucione primero a través de sus canales de venta. Los turoperadores y las agencias de viajes online han incrementado su porción del pastel, así como los hoteles sus ventas vía web. Thomas Cook pecó de obsolescencia y para evitar correr su misma suerte los hoteleros de Calvià se agarran al manido renovarse o morir.

La temporada turística en Palmanova y Magaluf ha tenido «luces y sombras». Así calificó este miércoles la temporada turística el presidente de la asociación hotelera de ambos núcleos, Mauricio Carballeda. Señaló que a pesar de las dudas con que la iniciaban han «resistido mejor de lo esperado». La ocupación ha crecido un 2 %, si bien los precios se han reducido en un 4 %.

La pérdida de conectividad tras la caída de Thomas Cook se une a la lista de preocupaciones de los empresarios de Calvià. En esa ristra de dolores de cabeza ya se encontraban la posible desaceleración económica de Alemania; la incertidumbre del Brexit y su efecto sobre la depreciación de la libra esterlina y también la competencia de otros destinos como Egipto, Túnez o Turquía. Unas amenazas latentes al inicio de la temporada y que permanecerán en 2020, año que los hoteleros creen que será similar a éste.

Son varios los objetivos que se marcan en Palmanova y Magaluf para ahuyentar fantasmas. Con la premisa de aumentar calidad y rentabilidad hay que «pensar más en el cómo y menos en el cuánto», en palabras de Carballeda. Apuestan por potenciar nuevos mercados en los que ser capaces de diferenciar su producto y poner en valor la «marca Calvià». Para ello piden seguir colaborando con la Administración con el fin de erradicar el turismo de excesos -el número de turistas jóvenes ha subido un 1,26 %- y de modernizar la oferta complementaria, a la que definen como «de baja calidad y obsoleta».

El alcalde de Calvià, Alfonso Rodríguez Badal, se sumó a los elogios, ya que, según indicó, «veníamos de temporadas extraordinarias». También abogó por solventar el descenso de rentabilidad con un aumento de la competitividad en vistas al largo plazo y se congratuló de que la mejora del destino supone más empleo para sus ciudadanos y por tanto, una «vida más digna».