Endesa solicitó hace más de tres años derribar la vieja central de Alcanada por razones de seguridad. | Elena Ballestero

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El Ajuntament d’Alcúdia espera desde hace tres años un informe de Patrimoni que determine si la vieja central eléctrica de Alcanada, diseñada por el arquitecto Ramón Vázquez Molezún (medalla de oro de Arquitectura en 1992), merece ser declarada Bien de Interés Cultural (BIC) o Bien Catalogado. El Consell ha encargado ahora a parte del equipo que diseñó el Museo Fábrica de la Luz de Lugo la realización de un informe que identifique los bienes muebles que hay en el edificio (generadores y otras maquinarias) que merecen ser protegidos. Patrimoni dice de que antes de final de año confía en completar el expediente de protección, lo que permitirá que a principios de 2020 pueda haber una decisión firme sobre la declaración de Bien de Interés Cultural o Bien Catalogado.

El complejo industrial está protegido en el catálogo municipal de Patrimonio de Alcúdia, que obliga a su conservación, pero Endesa solicitó en septiembre de 2016 la licencia para demoler la vieja central industrial alegando que supone un riesgo para la seguridad, entre otras cuestiones porque contiene materiales contaminantes como el amianto.

La directora insular de Patrimoni, Kika Coll, salió al rescate del Ajuntament y se comprometió una semana después a estudiar la declaración de Bien de Interés Cultural de la antigua central eléctrica. Tres años después no hay constancia de la apertura oficial de un nuevo expediente de protección. Fuentes del Consell justifican el retraso en las «dificultades» para encontrar expertos en la materia en la Isla.

La vieja central d’Alcanada es un icono en la bahía de Alcúdia. Fue incluida en el Pla Territorial de Mallorca como un área de reconversión territorial con la idea de transformarla en lo que sería el Museo de las Artes y las Ciencias de Mallorca.

En el año 2006, el Consell de Mallorca convocó un concurso de ideas para diseñar la reconversión, concurso en el que fue seleccionado el proyecto El clar al bosc del arquitecto de Pamplona Alonso Hernández.

El coste de la reconversión se cifró en 21 millones de euros pero el proyecto, hoy completamente descartado por el Consell, se aparcó con la llegada de la crisis económica.

Poblado de Gesa

Aunque Endesa no ha conseguido que el Ajuntament autorice la demolición de su vieja central, sí que consiguió segregar los terrenos para excluir el antiguo poblado que alojaba a los trabajadores y que fue diseñado por el arquitecto Josep Ferragut en 1957.
Ha vendido el poblado a un grupo inversor que quiere transformarlo en un complejo residencial de lujo que mantendría la esencia del diseño original , pero incorporaría 18 piscinas de nueva construcción. El poblado está integrado por 30 viviendas.

El Ajuntament ha dado el visto bueno al plan de reforma y ha remitido la documentación al Consell, consciente de que este planteará la declaración de BIC o Bien Catalogado de todo el conjunto porque «una cosa no se entendería sin la otra», dice Patrimoni.