En un municipio con la mayor parte del territorio protegido, el Ajuntament d’Escorca se aferra al núcleo urbano de sa Calobra para un desarrollo de alojamiento turístico. | Redacción Part Forana

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El Ajuntament d’Escorca proyecta construir un albergue o refugio público en sa Calobra, que permita las pernoctaciones turísticas en uno de los escasos núcleos urbanos del municipio. Para ello precisa una modificación puntual de las normas subsidiarias que ha topado con la Comissió Balear de Medi Ambient (CBMA). Este organismo dependiente del Govern ha requerido una evaluación completa de impacto ambiental de las actuaciones que el Ajuntament pretende desarrollar en sa Calobra y en Son Massip, donde prevé construir un aparcamiento y una área de aportación de residuos.

El alcalde de Escorca, Antoni Solivellas, se opone a realizar este estudio «puesto que solo pedimos un cambio de usos dentro de un solar que ya es urbano; un informe completo de impacto ambiental es muy costoso y alarga la tramitación», señala el alcalde, quien acusa directamente al presidente de la Comissió balear de Medi Ambient, Antoni Alorda, de «poner impedimentos a todas nuestras iniciativas, y tendremos que empezar a mirar con lupa todo aquello que el Govern tramita en el municipio».

La modificación puntual de NNSS solicitada por el Ajuntament d’Escorca pretende convertir unas parcelas calificadas como zona hotelera en zona de servicios. «No está previsto ningún desarrollo hotelero, pero quisiéramos poder construir un refugio o albergue de montaña y este cambio en el planeamiento es un primer paso, dejar la puerta abierta para ello», señala Solivellas, quien considera además un agravio que «no se permitan los usos turísticos en todo el municipio, pero en cambio tanto el Consell como el Govern explotan sus refugios de montaña en este mismo paraje protegido».

Pero los planes de desarrollo del equipo de gobierno de Escorca (PP) no se limitan a un albergue o refugio público. «Queremos que los negocios ya existentes, como los restaurantes, puedan abrir habitaciones para alojamiento; si no tenemos apenas suelo urbano porque todo está protegido, y donde lo hay, no se pueden ampliar los negocios, Escorca seguirá siendo el único municipio de Baleares con despoblación», plantea Solivellas.

Escorca también ha solicitado una modificación puntual para otro solar municipal ubicado a la entrada de la urbanización Son Massip, actualmente reservado para viviendas. El objetivo del Ajuntament es recalificarlo para construir un aparcamiento y un área de aportación de residuos. En este caso, la CBMA determina que hacen falta más estudios sobre los efectos en el entorno y posible contaminación de acuíferos, el impacto visual y paisajístico, y la afectación de especies protegidas, entre otros factores.

Antoni Alorda explica que la CBMA actúa con criterios técnicos y que siempre pide una evaluación completa cuando se trata de crear nuevas plazas turísticas.