El consell se propone saber con exactitud cuántos senderistas pasan por las rutas de la Serra de Tramuntana. | Elena Ballestero

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El Consell de Mallorca tiene prevista la instalación de dos contadores camuflados en Galatzó y en Estellencs para calcular cuántos senderistas pasan cada día por la Ruta de Pedra en Sec de la Serra de Tramuntana.

Estos aparatos, que funcionan con energía solar, aportarán información «crucial» a los responsables políticos y técnicos, pues se conocerá de «forma real» la situación de una zona determinada y se podrá establecer el nivel de saturación en el caso de que ésta exista, explica el director insular de Medio Ambiente, Josep Manchado.

Los contadores estarán camuflados en puntos que sólo los técnicos conocerán al objeto de que nadie pueda robarlos, romperlos o manipularlos para alterar los datos que aporten. De este modo la información que arrojarán será de total precisión, añade Manchado.

Otra de las novedades que se instaurarán en la Ruta de Pedra en Sec es un visor permanente parecido al Google Maps que funcionará a modo de aplicación para móviles.

Este sistema de ubicación permitirá a los senderistas conocer dónde se encuentran de forma visual y con un puntero y saber si el camino por el que transitan es público o privado. El dispositivo también se podrá utilizar en ordenadores.

Manchado apunta que esta aplicación de momento sólo se pondrá en marcha de forma piloto en «dos o tres» municipios, aunque posteriormente se irá extendiendo a toda la ruta de la Serra de Tramuntana.

Por otra parte, el director insular se refiere a la nueva Ley de Caminos autorizada recientemente por el Tribunal Constitucional en una sentencia firme.

Sobre esta normativa explica que incluye «cambios importantes» como es el caso del procedimiento para reabrir caminos públicos que habían sido cerrados sin autorización.
En este sentido, la Ley promueve la iniciativa privada al «premiar» a ciudadanos o asociaciones que consigan la reapertura de un camino para uso público.

Estos premios consistirán en el abono del cuádruple de las costas del procedimiento judicial que se tenga que pagar para conseguir el objetivo. Es decir, en el caso de que un particular demande a un propietario por cerrar un camino público y gane el procedimiento en los tribunales, las costas que el dueño de la finca tendrá que pagarle se multiplicarán por cuatro.

Para Manchado esta medida es «especialmente atractiva» ya que pretende «compensar» a todos aquellos que arriesgan su dinero o patrimonio para abrir un camino del que se podrá beneficiar el conjunto de la sociedad.

Ahora, una vez aprobada definitivamente la Ley de Caminos, el Consell se dedicará a realizar reuniones y jornadas en los municipios con el objetivo de darla a conocer en profundidad.