El buen tiempo acompañó y se calcula que unas 14.000 personas visitaron la Fira de Porreres. | Gori Vicens

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La Fira de Porreres se ha convertido en un buen mostrador del comercio e industria local. Este día las empresas y comercios de la localidad sacan y muestran todo su potencial para darlo a conocer a los visitantes. Por ejemplo, había los típicos albercocs secs un producto muy porrerenc, que todavía se elabora, pero ya menos conocido que antaño. Y, ante la proximidad de la festividad de Tots Sants, tampoco faltaron los puestos de venta de las características flores que visten por esta época los camposantos.

Además de los habituales puestos de venta de todo tipo de productos como artesanía, ropa o utensilios varios, no faltaron, por ejemplo, el de la venta de ribells de cerámica y otros elementos utilizados para elaborar las matanzas, ahora que empieza la temporada.

Transformación

La Fira de Tardor de Porreres empezó hace años como una feria dedicada a la agricultura y principalmente a la ganadería. Con el paso de los años fue introduciendo maquinaria agrícola, automoción y extendiéndose a la artesanía, los productos locales y de proximidad, sin dejar la construcción, un sector también muy importante de la industria local.