Los trabajos se iniciarán en Petra y continuarán por Sant Joan y Llubí para continuar luego en municipios del Llevant y el Pla. Estas son al menos las previsiones de la Conselleria de Medi Ambient, que podrían variar según las condiciones meteorológicas o bien las directrices que se den desde Son Sant Joan sobre el espacio aéreo.
A pesar que la Conselleria de Medi Ambient haya optado por una campaña de fumigación aérea, poco tiene que ver con la efectuada en 2014 que provocó las críticas de los grupos ecologistas al utilizar un producto llamada Diflubenzurón. En esta ocasión se utilizará un producto biológico (BTK) que, a pesar de ser «menos efectivo que los químicos, sobre todo si hay lluvias», se realiza con «actuaciones más selectivas sin ningún tipo de contaminación», explica la jefa del servicio de Sanitat Forestal, Sandra Closa. Destaca que este tratamiento no comporta «ninguna toxicidad».
Desde Medi Ambient añaden que no hay que adoptar ninguna medida especial de protección para las personas, sobre los cultivos, animales o depósitos de agua durante el tratamiento.
Las fumigaciones se realizarán a través de un helicóptero y el producto biológico utilizado se elimina rápidamente en el medio natural sin toxicidad.
Los municipios afectados por las fumigaciones son Alcúdia, Algaida, Artà, Bunyola, Calvià, Campos, Felanitx, Lloret, Llubí, Llucmajor, Manacor, Marratxí, Petra, Pollença, Palma, Sant Joan, Santa Eugènia, Santa Maria, Santa Margalida, Santanyí, Selva, Sencelles y ses Salines.
Hacía años que el Govern no efectuaba una campaña de fumigación aérea de este tipo contra la procesionaria en la Isla. Los elevados índices de afectación de la procesionaria obligan a actuar de manera específica sobre las superficies más afectadas. Si bien las fumigaciones debían iniciarse esta semana, el temporal obligó a retrasarlas. Sandra Closa explica que la actuación debe llevarse a cabo cuando las orugas son muy pequeñas, para que haya una mayor efectividad.
Los tratamientos se centrarán principalmente en superficies muy afectadas (nivel 4 y 5) desde hace cuatro años (2208,15 hectáreas), así como espacios forestales también con un elevado grado de afectación (nivel 4 y 5) durante los años 2018 y 2019, donde se ha observado un riesgo de mortalidad para los árboles (2105,8 hectáreas).
La campaña de tratamiento también se realizará en fincas públicas, espacios naturales protegidos y zonas recreativas de alto riesgo de proliferación de procesionaria, así como superficies dañadas no solo por la procesionaria, sino también por insectos escolitidos y áreas afectadas por incendios.
Tratamiento biológico
La fumigación aérea prevista es diferente a la que se efectuó en 2014 con productos químicos. Se utilizará un insecticida biológico, el Bacillus thuringiensis variedad ‘kurstaki’, casi inocuo para el resto de la entomofauna. La jefa del servicio de Sanitat Forestal, Sandra Closa, asegura que tiene una medida de efectividad entre el 90 y 95 % de las zonas tratadas, por lo que permitirá reducir buena parte de la plaga.
3 comentarios
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Para cuando harán los mismo con los mosquitos? No digo extinguirlos, pero si controlarlos y mantenerlos a raya, porque este año son una verdadera plaga, que además transmiten enfermedades peligrosas. De hecho los animales son los principales sufridores de estos insectos, con una tasa p.e. de leishmaniosis en perros inaudita.
que fumiguen el bosque de Bellver ¡
andratx?