Pere Torrens tras ser elegido nuevo alcalde de Búger. | Elena Ballestero

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Pere Torrens (independiente en las listas del PSOE) fue elegido este viernes alcalde de Búger, tres semanas después de que Pep Lluís Pons (Més), que había sido investido alcalde el 15 de junio con los votos del PP pese a ser Torrens el más votado en las urnas, presentara su renuncia al cargo.

Torrens tratará de gobernar en minoría con los cuatro miembros del grupo socialista intentando llegar a acuerdos puntuales con Més y PP (ambos en la oposición), que suman cinco regidores.

Si el 15 de junio la elección de Pep Lluís Pons no fue celebrada por ninguna de las partes, sino más bien llorada incluso por su protagonista, este vierneshubo aplausos entre el público, tanto para Torrens como para Pons, ambos comedidos en favor de un discurso de reconciliación aparente. Más dura fue la intervención del exalcalde Rafel Capó (PSOE) que le reprochó a Pons su actitud y palabras de los últimos cuatro meses y medio.

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El recién investido Torrens le ofreció al exalcalde ecosoberanista un minuto de réplica, pero este elegantemente decidió «no entrar en discusiones» al entender que una investidura es el momento para «dar la enhorabuena» al recién elegido.

Silencio

El PP, que en junio justificó su voto a Pons al considerarlo un mejor candidato que Torrens, guardó silencio sobre su abstención y se limitó a dar la enhorabuena al recién elegido.

Pere Torrens recuperó el discurso que no pudo pronunciar en junio para anunciar sus prioridades: «la potabilizadora y una nueva escuela».