La nueva potabilizadora deberá emplazarse en las instalaciones de la antigua planta, hoy en día obsoleta. | C. MORENO

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El Ajuntament de Muro ha iniciado los trámites para continuar con un sistema de concesión del servicio de agua a una empresa privada durante los próximos cinco años. En junio finalizó la concesión actual, adjudicada a Aqualia, que continúa prestando el servicio mientras se tramita un nuevo concurso que incluye la construcción de una planta potabilizadora para que se pueda suministrar a la red agua de los pozos municipales, cuyo caudal no es apto para el consumo.

Esta apuesta por mantener la gestión privada ha sido criticada desde la oposición, especialmente por el portavoz de Més, Miquel Àngel Tortell, quien considera que «no supone una mejora de la calidad del servicio», y acusa al equipo de gobierno (CDM, PP y PI) de «falta de voluntad y de capacidad para hacer un seguimiento de la concesión. Después de 15 años con el suministro en manos de empresas privadas, seguimos con un 70 % de las tuberías de fibrocemento y más de 700 acometidas de plomo, de las 2.800 totales», señala.

En el último pleno, el equipo de gobierno aprobó el estudio económico financiero de viabilidad de la concesión administrativa del servicio de agua del núcleo interior de Muro, paso previo para convocar el nuevo concurso. El plan salió adelante con el único voto en contra de Més. Uno de los motivos es la falta de un estudio de las inversiones necesarias.

«En 15 años no hemos reducido el caudal de agua, de los 405.000 m3 previstos para este año, resulta que se suministran 455.000 m3 y es obvio que una empresa privada no fomentará el ahorro». El coste y la rentabilidad del servicio son dos de los temas que han motivado las críticas de Tortell. «Pasamos del coste actual de 437.000 euros, a una previsión de 620.000 en el nuevo estudio, que además prevé un plan quinquenal de inversiones que el equipo de gobierno no tiene. Además partíamos de una rentabilidad del 67 % para alcanzar un 70 %, y resulta que cinco años después estamos en el 64 %», apunta Tortell.

El alcalde, Toni Serra, que fue concejal de Medio Ambiente en 2014, cuando se realizó la actual contrata, señala que «en la concesión no se incluye que la empresa tenga que hacer mejoras, si se contemplara tendríamos que subir la tarifa del agua para permitir la recuperación del coste, como dice la Directiva Marco del Agua». Serra señala que el aumento del coste en 200.000 euros viene motivado a «un estudio realista de las necesidades a precios de hoy».

Més no es el único partido crítico con la decisión de mantener el servicio en manos privadas. UiM se abstuvo porque este estudio excluye a la zona turística de Playas de Muro. «En la Platja llevamos 30 años con el suministro de agua sin concurso y en precario, sería oportuno hacer un estudio de todo el municipio, recepcionando primero las urbanizaciones pendientes», señala Rafel Gelabert, portavoz de UiM.