La producción de naranjas en esta campaña ha sido buena, pero no así sus precios y la falta de mercado local. | A.V.

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Una nueva plaga alerta a los agricultores de cítricos. Conocida como enfermedad del dragón amarillo o huanglonbing, se trata de una feroz bacteria que ataca a naranjos y limoneros hasta matarlos. Es incluso más voraz que la Xylella fastidiosa y la única solución es arrancar el árbol.

La bacteria, Candidatus liberibacter, es originaria de Asia y ya ha hecho mella en Estados Unidos y ha afectado a otros de los grandes países productores de cítricos como son Argentina y Brasil. La plaga no ha llegado al Estado español pero desde el 2015 el Ministerio de Agricultura tiene activado un plan de contingencia para prevenir su entrada.

De momento, según explica el responsable del Servicio de Agricultura del Govern, Andreu Juan, uno de los dos vectores que trasmiten la bacteria ha llegado a Galicia y también a Canarias. «En Baleares hacemos prospecciones habituales dentro del plan de contingencia», asegura mientras reconoce que la bacteria «es más agresiva que la Xylella ya que es muy difícil controlar al vector que la transmite».

A esta amenaza se le unen otras plagas ya presentes en el campo mallorquín de cítricos como son el piojo de California o la mosca, entre otros, que son controlables con productos fitosanitarios. A pesar de las amenazas constantes, la producción de cítricos esta campaña tenido buenos resultados que no se han traducido en una buena campaña económica para los agricultores.

La bajada del precio de las naranjas debido a la decisión europea de reducir aranceles a Sudáfrica ha rebotado también a Baleares, así como la falta de comercialización del producto a gran escala, en especial por parte de algunas grandes superficies.

Buena producción

Mallorca no cuenta con grandes extensiones de naranjos, pero a pesar de ello, los productores que hay en la Isla tienen problemas para poder sacar a mercado sus naranjas. El motivo principal es la importación de productos de fuera con precios más bajos a los de aquí por lo que se destruye el mercado local.