Imagen de archivo de una carrera des Cos. | Antoni Pol

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La Associació Animalista de les Illes Balears presentará una denuncia contra el Ajuntament de Sineu por usar animales vivos en las carreras del Cós, uno de los actos tradicionales de las fiestas de la mare de Déu d’Agost, que se celebró el jueves pasado en el Camp d’en Pineta.

Luis Miguel Pérez, coordinador de esta asociación, ha explicado que «estamos estudiando de qué modo presentar la denuncia porque la Ley de Benestar Animal prohibe expresamente utilizar animales vivos en aquellas fiestas donde ya se hubieran dejado de usar; en Sineu llevaban ya varios años sin exponer a los animales, por lo que pensamos que se ha infringido la ley y queremos que se depuren responsabilidades».

Por su parte, el alcalde de Sineu, Tomeu Mulet, reconoce que sí se volvieron a colocar un gallo y un conejo vivos atados a la caña en el momento de las carreras, pero considera que no hubo maltrato animal. «Estoy tranquilo, solo fue los pocos segundos que dura cada carrera y lo hicimos porque los jóvenes nos lo pedían, para recuperar la autenticidad del Cós como era antes. No hubo en absoluto maltrato animal, pero si tenemos que suprimirlo, otro año no se pondrán los animales».

La Associació Animalista de les Illes Balars considera que «es un hecho denunciable y es una lástima que se vuelva atrás en la nueva ética hacia el respeto a los animales; la tendencia actual es ir eliminándolos de estas tradiciones y en Sineu se ha dado marcha atrás», lamenta Luis Miguel Pérez. La denuncia de los animalistas será por la vía administrativa, una vez que se hayan estudiado los artículos de la Llei de Benestar Animal.

La polémica por la presencia de un gallo y un conejo atados a las cañas durante las «corregudes de joies» saltó a la actualidad a raíz de una imagen publicada por la revista local Díngola. En la anterior legislatura se había suprimido esta práctica y aunque los animales estaban presentes como trofeo en unas jaulas a la sombra, en la caña se colocaba un vale que el ganador podía canjear después por el animal.

El exalcalde, Miquel Gelabert, señaló que se tomó esta decisión en 2016, «porque así se consideró por la sensibilidad hacia el respeto a los animales que nos habían manifestado distintas personas; fuimos los primeros sorprendidos al ver en el Cós de este año que volvían a colgarlos».