El pollo vivo colgado de la caña. | MASSAYFOTOGRAFÍA

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Las carreras de es Cós, uno de los actos más tradicionales de las fiestas de la Mare de Déu d’Agost, levantaron algo más que polvareda en el Camp d’en Pineta recién segado. El nuevo equipo de gobierno del PP y C’s recuperó las «joies» con un animal vivo, un pollo y un conejo, una tradición que se suprimió la pasada legislatura, en cumplimiento de la normativa sobre bienestar animal.

El jueves, muchos vecinos se sorprendieron al ver cómo en un momento dado, se colgaban en la caña los animales vivos durante la carrera, en un momento de mucho calor, como recoge la revista local Díngola, pues es Cós se celebraba a las 12 del mediodía, a pleno sol de agosto.

El alcalde de Sineu, Tomeu Mulet, ha restado importancia a este hecho, que ha reabierto el debate sobre si debe prevalecer la tradición tal y como ha sido desde sus orígenes, o adaptar las fiestas populares ante una mayor sensibilidad hacia los animales. «El pollo y el conejo estuvieron todo el rato en una jaula a la sombra, solo se colgaron los diez segundos que duró cada carrera», dice Mulet.

La pasada legislatura este acto se cambió. El exalcalde y portavoz de Gent per Sineu, Miquel Gelabert, explica que «no se llevó a votación, pero explicamos en un pleno que en cumplimiento de la ley de bienestar animal, a partir de entonces los animales estarían en una jaula tranquilos, y en la caña se colgaría un vale; y al finalizar la carrera se le daría el animal al ganador».

Así se hizo en las fiestas de 2016 y los dos años sucesivos, hasta este año, en que se ha vuelto al origen.