La máquina de limpieza pasó por la zona de es Carbó, en la costa de ses Salines, y la imagen resultante generó posturas ambivalentes. | Facebook

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Nuevo episodio en el recurrente tema veraniego de la limpieza de las playas de Mallorca y la presencia y acumulación de posidonia muerta en las orillas de nuestras costas. Se trata de una cuestión que rebasa el interés y los comentarios de los bañistas, y asume esferas de debate político y posicionamiento ideológico. Esta vez unas fotografías de es Carbó, en la costa de ses Salines, compartidas por el propio Ayuntamiento han generado algunos comentarios.

El consistorio, que tras las pasadas elecciones municipales está encabezado por el popular Joan Rodríguez gracias a un acuerdo con el PI y Ciudadanos, publicó varias imágenes de esta zona a la que acuden muchas embarcaciones y muchos bañistas, a pie por la orilla pasando desde las playas de es Port y de es Dolç. En la publicación se defendía que este «lugar se limpia», como se constata en las imágenes, en las que no se aprecian restos de suciedad o plantas marinas y algas en la mayor parte de la arena, y sí por el contrario marcas de los grandes neumáticos de algún tipo de maquinaria pesada utilizada para la limpieza.

La réplica no tardó en llegar, de parte de la plataforma Terraferida, que compartió la publicación preguntándose «¿hacen una autopista en la playa de es Carbó?». Aquello que para las autoridades municipales es un síntoma de civismo y de limpieza, para los sectores más sensibilizados con la protección del territorio y del medio ambiente supone una práctica que pone en riesgo todo el frágil ecosistema costero insular.

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Un comentario lamenta que «dañan lugares que no se deben tocar porque hay un ciclo de vida. Y donde tienen que limpiar no lo hacen, como por ejemplo los márgenes de los caminos».

Otro, que dice ser usuario habitual de la playa, sin embargo, agrega que «la limpieza, por lo que yo he observado, no afecta casi nada a los restos de posidonia que, como bien se puede ver en las imágenes, está presente en los primero metros cerca de la línea de costa. La posidonia se conserva como bien se puede ver si se cogen imágenes de la zona más al sur de la playa, en el lugar conocido como ses Roquetes, donde los muros de posidonia llegan al metro y medio de altura (...) Estoy a favor del mantenimiento de los restos de posidonia como un elemento fundamental en la conservación de nuestras playas y su entorno pero no debemos caer en simplificaciones fáciles y reduccionistas». «La playa no ha sufrido una agresión ecológica, solo han limpiado la suciedad que los humanos dejamos en la arena», sentencia.

El propio perfil del Ayuntamiento de ses Salines en Facebook respondió a una usuaria que se quejaba de la retirada de posidonia, advirtiendo que «como podrás observar en las fotos, la posidonia de la orilla está intacta al igual que las dunas, ni unas ni otras se ven afectadas por el paso de la máquina limpiadora, que solamente recoge los desperdicios del pasillo central».

Es Carbó, antaño una playa recóndita y prácticamente virgen a la que tan solo acudían los saliners y unos cuantos visitantes con ganas de caminar, se ha convertido en los últimos veranos en uno de los principales reclamos turísticos de esta zona del Migjorn mallorquín. Una muestra de ello es que en Tripadvisor es la mejor valorada y la más comentada de las que salen referenciadas como parte de la costa de la Colònia de Sant Jordi, a pesar de ser la más lejana y de acceso relativamente más difícil, con opiniones tales como que «merece la pena la bonita caminata», que es lo más cercano a «el paraíso», o constituye una auténtica «joya virgen» ideal para disfrutar con niños y en familia.