Vista de una de las pasarelas de la muralla. | Juanjo Roig

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Con la rehabilitación de tres nuevos tramos, el recorrido transitable de las murallas de Alcúdia ha quedado completado y ya es posible pasear en alto desde la Porta de Sant Sebastià hasta la Porta de la Vila Roja, además del espacio de L’Esperó que también ha sido restaurado.

El conseller de Turisme, Iago Negueruela, visitó ayer el proyecto finalizado junto a la alcaldesa Bàrbara Rebassa y otros miembros de la corporación municipal para conocer de primera mano una rehabilitación que ha tenido un coste e 442.020 euros sufragados con el impuesto de Turismo Sostenible y en las que se han utilizado materiales aprobados por Patrimoni.

Negueruela indicó que «con esta actuación se ha podido ver la utilidad de los impuestos del turismo sostenible. La apertura de estos nuevos tramos componen un eje vertebrador para Alcúdia y fortalecen un emblema de la ciudad tan importante como las murallas. Hay que resaltar la importancia del turista que, indirectamente ayuda con estos impuestos a mantener en buen estado nuestro patrimonio».

Murades Alcúdia

Por su parte, la alcaldesa Bárbara Rebassa expresó su alegría «por unas obras que los alcudiencs agradecen y que permiten subir a zonas de la muralla que antes no estaban habilitadas. Es una excelente inversión de turismo sostenible para el municipio y todos sus habitantes».

Tres actuaciones

La operación en la Porta de Sant Sebastià, con un presupuesto de 213.441 euros, ha consistido en la ampliación del paso sobre las murallas y la rehabilitación parcial del final del tramo norte que alcanza la popular puerta de entrada a Alcúdia.

La segunda actuación ha consistido en la consolidación y adecuación del tramo de la muralla del recinto medieval de la Porta de Vila Roja. Con el un presupuesto de 108.248 euros se han hecho varias operaciones de limpieza, reparación recolocación y saneamiento además de construir una pasarela para conectar los tramos visitables sobre la puerta de la Vila Roja.

La consolidación y adecuación del tramo de la muralla de L’Esperó, único que no es posible acceder a su parte superior por estar en una esquina y se de poca longitud, culmina la rehabilitación de la parte norte de la muralla medieval de Alcúdia que tiene una longitud de 365 metros lineales.