Como se viene celebrando ininterrumpidamente desde hace 68 años (empezaron en el año 1952) bajo la organización de la Creuada de l’Amor Diví, en la plaza Perelada de Felanitx se concentraron alrededor de 300 vehículos, entre motocicletas, coches y camiones.
Mientras el capellán Antoni Bonet bendice los vehículos, cada uno de los conductores recibe una de las banderolas que anteriormente habían sido bendecidas en la misa celebrada en la iglesia de Sant Alfons. La costumbre es colocar estos banderines dentro de los vehículos para que los proteja de accidentes.
Cabe destacar que según explican los organizadores, Felanitx fue la primera localidad mallorquina donde se celebraron estas beneïdes, que con los años se extendieron a otras poblaciones como Sant Joan, en la comarca del Pla. Y es que en los años 50 en el colegio Sant Alfons de Felanitx había estudiantes pensionistas de por toda la zona, entre éstos, algunos de Sant Joan, que unos años después trasladaron esta celebración a su localidad, y posteriormente, también se fue extendiendo a otras poblaciones.
Cada año son muchos los conductores fieles que acuden a esta cita para pedir protección a San Cristóbal, tanto para el vehículo como para sus ocupantes.
Durante estos 68 años la fiesta ha ido evolucionando y adaptándose a los tiempos del momento, principalmente en cuánto al espacio dónde se ha hecho, debido al volumen de los vehículos, camiones y coches, principalmente.
Los primeros años las beneïdes se hicieron ante la iglesia de Sant Alfons, entonces con una escasa participación de coches, pero sí una notable presencia de carros y carruajes. Posteriormente, con el aumento de vehículos pasaron a la calle Miquel Bordoy (bastante más ancha), y más adelante y durante muchos años en la plaza Pax.
Ahora ya hace un par de años que se hacen en la plaça Perelada (frente al Parque Municipal) y las calles adyacentes como son Anglesola y Bellpuig; una fiesta con altibajos en cuanto al número de vehículos participantes, pero que siempre ha mantenido su esencia y una muy buena respuesta por parte de los felanitxers, a pesar de ser a principios de julio y la gran mayoría ya se han trasladado vacacionalmente a Portocolom, en esa tarde ‘bajan’ a la Vila para participar de la fiesta.
3 comentarios
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Qui no ho vulgui celebrar, que no ho faci, ningú els obliga. Qui ho vulgui celebrar, que ho pugui fer. Sant Cristòfol, patró dels conductors, pregau per nosaltres.
... en algunos documentales hemos visto a los hechiceros de las primitivas tribus africanas saltar pegando brincos frente a una hoguera, matar una gallina y echar líquidos pulverizados o humo o sangre de bichos o ungüentos sobre la supersticiosa grey para intentar protegerla del mal de ojo o los accidentes... Nada nuevo bajo el sol... Lo que pasa es que si importamos sus costumbres freakies, serán los pueblos primitivos los que acabarán por reírse de nosotros
La iglesia solo sirve para eso; para hacer el paripé...